En mi caso, lo primero es elegir el juego al que me apetece jugar, independientemente de los trofeos que tenga. Puede parecer una gilipollez, pero te sorprendería la cantidad de personas que dejan de jugar a juegos como Devil May Cry, Red Dead Redemption, Elden Ring, y un largo etcetera debido a que tienen trofeos un platino muy difícil de conseguir o que son excesivamente largos. Puede parecer una gilipollez, pero conozco muchos casos. Personas que no empiezan autenticas obras maestras y que les llaman mucho la atención porque saben que no podrán dejarlo al 100%.
Un vez hecho esto si que le doy un vistazo a alguna guía de trofeos para saber lo típico: Dificultad, tiempo requerido, trofeos bugeados, si requiere online... Casi todo meramente a nivel informativo, lo realmente importante para mi es saber si hay trofeos perdibles. En caso de haberlos suelo informarme para ver por encima en que consisten porque muchas veces son chorradas, que no afectan en nada la experiencia, pero te puede hacer volver a jugar un juego de una duración considerable. Un claro ejemplo de esto es un arma perdible de Elden Ring.
Para todo lo demás juego a ciegas, y una vez he terminado el juego e investigado por mi cuenta, me pongo a mirarlo en profundidad para ver lo que me falta. Ni siquiera miro guía de coleccionables (salvo alguno concreto que sea perdible), porque estar jugando a la vez que voy mirando una guía me sacaría del juego y por ende de la experiencia. Prefiero luego volver atrás a recoger lo que me he dejado aunque me lleve algo más de tiempo.
De todos modos con el tiempo he aprendido a darle a los trofeos la importancia que tienen y no obsesionarme con ellos. Siempre he sido muy completista, y me gusta hacer el máximo posible de cada juego. Si puedo sacar el platino de un juego lo voy a hacer, pero siempre y cuando me apetezca y me entretenga. Independientemente de la dificultad o el tiempo que me lleve. He sacado platinos de juegos muy largos o difíciles porque me han encantado, y sin embargo dejado por el camino otros relativamente sencillos.