Hay juegos que llaman la atención con una simple descripción y uno de ellos es Indika, una aventura en tercera persona que narra el viaje de autodescubrimiento de una joven monja acompañada por el diablo. Como nos indica su tráiler de lanzamiento, desde hoy este título desarrollado por Odd Meter y editado por 11 bit studios se encuentra disponible para PC a través de Steam y GOG. Próximamente llegará a PS5 y Xbox Series.
La aventura narrativa que propone Indika se ambienta en una Rusia alternativa de finales del siglo XIX en la que las visiones religiosas colisionan con la dura realidad. Nuestra joven monja, la misma que da nombre al juego, es expulsada del monasterio y sale al mundo para iniciar un viaje de autodescubrimiento. Indika es una hermana de aspecto humilde e inocente. Hasta su exilio era la típica monja que intenta adaptarse a la dura y monótona vida del monasterio, pero tiene un secreto: habla con el diablo y es esta conexión la que empuja más allá del convento.
“El mundo que descubre solo puede describirse como una combinación tragicómica desatada de las novelas de Dostoyevski y Bulhakov”, dice la descripción del juego. El título también encuentra la inspiración en directores de cine como Lanthimos, Aster y Aronofsky, mientras que en la lista de escritores deberíamos sumar a Gogol. Todo esto significa que en Indika los jugadores se encontrarán con un argumento que se entrelaza con los debates filosóficos. El juego también se esfuerza en ofrecer unos estilos arquitectónicos detallados, el fundador de Odd Mater es arquitecto, y usa el patrimonio religioso para dar una capa de autenticidad.
A nivel de jugabilidad, Indika combina la narrativa con los rompecabezas ambientales y las plataformas, mientras que el guion esconde numerosas cuestiones éticas así como temas relacionados con la religión y la autoridad. “Los desarrolladores tienen muy presentes los aspectos estéticos, pero no dudan en cuestionar las normas éticas”, dice 11 bit studios. El contrapunto a la monja Indika y su conexión con el maligno que siempre acecha es Ilyia, un compañero de viaje que a pesar de vivir una vida en pecado dice que Dios le ha hablado.
Que la historia de Indika se desarrolle en Rusia no es casualidad si tenemos en cuenta que Odd Meter es un estudio ruso, aunque a raíz del ataque a Ucrania la mayoría de sus integrantes huyeron del país para establecerse en Almatý, una de las ciudades más importantes de vecina Kazajistán. El título también incluye una crítica a la Iglesia ortodoxa rusa, que
según Dmitry Svetlow, fundador de Odd Meter, “es una de las armas de la propaganda rusa”. Una parte de los ingresos que genere Indika se donarán a los niños afectados por la guerra en Ucrania.