Me acabo de dar cuenta de una cosa. Cuando leo uno de estos poemas cortos, asi al estilo que hacía antes Vadin (lanzamiento de indirecta) me recreo muchísimo a la hora de leerlo. Tanto que tardo una auténtica barbaridad en terminar esas pocas lineas. Supongo que eso es sumergirse de verdad en un poema.
Como siempre genial, gracias Prado por dejarnos esas joyas.