Estoy harto de mi y de mi ser. Estoy hasta los huevos de mentiras innecesarias, de sentimientos ocultos y de cagadas diarias. Estoy harto de ser quien soy, de comportarme como me comporto, de sentir lo que siento.
No aguanto más metido en esta putrefacta alma de mierda que oprime mi pecho y que no hace más que amargarme por dentro. No quiero seguir siendo yo, sólo quiero saltar y dejar que el destino haga su trabajo. No quiero existir, no quiero seguir viviendo. No quiero volver a verte, para no hacerte daño. Minutos de tu ausencia y ya pensando en el suicidio. Vaya, esto es más duro de lo que pensaba.
Saltar, solo quiero saltar. Han sido muchos los años buscando el amor. Muchas tardes encerradas en mi cuarto, muchas rayaduras a mi cabeza. Al final lo conseguí, pensé que jamás lo haría, pero finalmente lo conseguí. Te tuve entre mis brazos, te acaricié con mi alma, te besé con cariño.
Pero nada, estaba equivocado. Sigo siendo yo. Sí, yo, ese que destruye todo a su paso, ese que se encarga de mandar a la mierda los sueños que se hacen realidad, ese cuyo excesivo orgullo mantiene apartado al resto de los mortales.
Estoy harto ya de todo, han sido veinte años de lucha, veinte años de sufrimiento y, ahora que parecía que lo había conseguido, se marcha todo a la mierda.
Estoy harto, de verdad. Estoy harto de llorar frente a un puto ordenador, estoy harto de pensar en el asco que doy, en la desgracia en que me he convertido.
Estoy harto ya de todo, solo quiero irme a donde sea, fumarme lo que sea, beber lo que haga falta, pero quiero por un instante dejar de pensar en esta puta ausencia que destruye mi cuerpo paso a paso.
Se que esto no es literatura ni nada, pero ya me da vergüenza postear en los subidones mentales de la cantidad de mensajes que tengo, y esto que he escrito lo veo demasiado personal como para soltarlo en el rincón, así que con vuestro permiso ocupo un pequeño espacio de este foro para simplemente sentirme mejor.