Vigilantes gitanos de obras se encargan de que las casas de Sants no sean 'reokupadas'
"Cómo tenemos que estar aquí las 24 horas, nos traemos a las mujeres y a los niños para que hagan la comida, dice un controlador
Al verles llegar anteanoche, muchos vecinos de la calle Miquel Àngel de Sants se pensaban que venían a reokupar las viejas casas que los Mossos d´Esquadra habían desalojado unas pocas horas antes. "No, no... eso es mentira - dijo Manuel al ser preguntado al respecto, el más locuaz de los siete-, nosotros somos controladores de obra, somos trabajadores de una empresa de control de obras, y nos han contratado para impedir que los hippies de las rastas vuelvan a okupar las casas, mientras no comienzan los trabajos de demolición, nosotros ya estamos rehabilitados... si los okupas se atreven a venir, nos liamos a bofetadas y asunto arreglado".
"¡Los hippies nos los comemos con patatas! ¿o no? Pero primero llamamos a los Mossos, que es nuestro deber. Nosotros somos los encargados de garantizar la seguridad y el orden", dice uno de ellos. "Lo que pasa es que nosotros somos gitanos - dice otro, también ataviado con una camisa celeste y un pantalón azul marino sin logotipo ni señalización alguna, sólo uno lleva escrito con rotulador la palabra controlador en el pecho-, y como tenemos que pasarnos aquí las 24 horas al día durante un par de semanas, pues nos traemos a las mujeres y a los niños para que nos preparen la comida, no vamos a cocinar también mientras controlamos...".
Obreros de una empresa de demoliciones confirman que están dejando inhabitables las seis casas desalojadas a fin de que nadie se instale en ellas antes de que lleguen las máquinas dentro de dos semanas. "¿Ve cómo no engañamos a nadie, hombre?" Manuel dice que la mayoría de los siete controladores son del barrio de Sant Roc de Badalona y del de la Mina de Sant Adrià de Besòs. "Nosotros no somos vigilantes, somos controladores, principalmente de obras, colgamos la banderita y controlamos... y nos llaman para controlar cosas que a los vigilantes payos con chapa y porra les da miedo". No saben lo que es el intrusismo profesional.
"Porque si aquí vienen trescientos okupas - prosigue Manuel- ¿qué hacemos? Pues liarnos a macetazos desde el balcón". "O sacamos las cacharras", tercia un tercero. "No, hombre, no... pistolas no tenemos - dice Manuel riéndose, riéndose tanto que no se sabe lo que es verdad y lo que es mentira-, lo único que tenemos son la puntera de acero de las botas, que te mandan a Vall d´Hebron en un momento. ¡Y las macetas del balcón!"
Manuel también explica que casi todos los controladores de las casas de Sants son antiguos presidiarios ahora rehabilitados. "Atracadores de bancos ", dice un chaval de apenas quince años. "Calla, niño, que la entrevista la quiero hacer yo - dice Manuel-. Yo mismo me he pasado tres años en la cárcel. Salí hace un par de años. Porque yo era drogadicto y ladrón, robaba de todo, para la droga, que se lo come todo... pero me pillaron, y en la cárcel me engordó el cerebro. Así que me rehabilité y al salir me hice controlador ¡tenemos seguro y contrato y todo!" Ahora todos se ríen.
"Pero esto tiene su secreto... primero nos pasamos una semana controlando la calle, mirando por dónde se puede salir corriendo y eso. Te aburres mucho, pero hay que tener cuidado por si se monta el pollo. Nosotros somos los encargados de garantizar la seguridad y el orden", sentencia finalmente.
Ironia:
Ya era hora de sacarle algun jugo a esta "adorable" etnia...
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"nosotros semoh los encargaos de garantizá la seguridá y el ordén"...Dios, nunca pense oir estas palabras de un gitano.