Lo que la NES significa para mí...

Bueno, pese a que ya hay una referencia a este tema en el hilo de la colección de mi hermano y yo, creo que el tema puede ser interesante para una gran parte de los eolianos amantes de las consolas clásicas, y más concretamente de un claro exponente de ese clasicismo como lo es la NES...

Corría el año 1987 y ese verano mis abuelos me regalaron un ZX-Spectrum +2 (la máquina alucinante, como ponía en la publicidad de la época). El caso es que yo, que lo más avanzado que tenía era un reloj-calculadora comprado en un bazar chino lo flipaba con la máquina; pero claro, luego vinieron las limitaciones : lo usaba en una TV en blanco y negro y el sonido era más o menos anecdótico (ya me hubiera gustado sacarlo a un ampli o algo así...). Y claro, con el Spectrum vino el inevitable aprovisionamiento de Micro-Hobbys (revista C O J O N U D A de aquella época que además de entretener era 100% didáctica, pues abarcaba temas de programacion, hardware, creación de nuestros propios periféricos...). Todavía las guardo en un rincón de mi casa y las leo con cariño cada vez que las saco; es algo un poco nostálgico, pero me encanta.

El caso es que por aquel entonces acababa de nacer una máquina llamada Nintendo Entreteniment System (NES) de la cual venía publicidad en todos los números de la Micro-Hobby; y claro, yo acostumbrado a las limitaciones de mí Spectrum tenía verdaderos sueños eróticos con la NES. Deseaba con toda mi alma tener una, peo el caso es que nunca llegó. Con el tiempo llegó el PC (un 486) y el Spectrum quedó relegado a una oscura esquina de mi habitación donde acabó por estropearse de no ser utilizado...

Al cabo de los años me regalaron un Spectrum 48K (clásico donde los haya) pero el caso es que ya no me atraía tanto el mundo de las consolas y los videojuegos. Me encantaba el PC y las virguerías que se podían hacer con él (composición musical, imagen 3D con PovRay...). Sin embargo, aquel grato recuerdo por la NES y mi Spectrum seguían presentes en mí; aquello nunca terminó, sólo estaba dormido, latente en mí...

Y ahora, quién me iba a decir que 15 años después de aquellas sensaciones de sana envidia y deseos irrealizables iba a aparecer mi hermano con una NES nuevecita bajo el brazo. De verdad que ese ha sido posiblemente el día más feliz de mi vida como coleccionista de consolas; y en el momento que arranqué el Super Mario world me vi trasladado a aquellas épocas en las que por 25 pesetas podías ser la envidia del barrio porque eras capaz de llegar al quinto mundo de la recreativa mientras todos los demás hacían corrillo alrededor... Dios, creo que aquellos fueron los años más felices de mi vida, y ahora puedo recordarlos perfectamente porque las sensaciones que me transmite la NES cuando la pongo son exactamente las mismas. Digamos que vuelvo a ser un niño cada vez que pulso el botón de "POWER".

Me alegro infinitamente de poder disfrutar de esta máquina tan fantástica y que tantos sentimientos despertó en mi por no poder tenerla... Gracias hermanito apmomp, te has salido!!!!