En septiembre del año pasado Intel desveló sus
procesadores Core de octava generación con el debut de la gama Coffee Lake, una nueva hornada de chips caracterizada por el uso de núcleos de CPU Skylake con núcleos de GPU Kaby Lake. Estos chips no marcan un punto y aparte en la evolución de la familia Core, aunque llamaron la atención por incorporar cuatro cores en el relativamente prosaico i3, reforzando de forma muy efectiva la gama baja del fabricante. El mayor cambio llegó para los usuarios de una placa anterior.
Tal y como ya se filtró antes de la presentación oficial, los procesadores Coffee Lake utilizan una nueva placa con el
chipset Z370, por lo que las antiguas LGA 1151 (también conocidas como Series 100 y 200)
son incompatibles. Dicho de otra forma, es imposible actualizar el procesador únicamente sustituyendo el chip, algo que no por esperado dejó de causar cierto revuelo. Ahora, varios
modders han logrado hacer funcionar los procesadores Coffee Lake con estas "viejas" placas.
Todavía muy experimental, el proceso ha dado sus primeros frutos al obtener compatibilidad entre placas 100 y 200 con el chip Core i3 8100, el primer en funcionar adecuadamente con estos
chipsets. Para ello es necesario realizar varias modificaciones a nivel de software y firmware, puesto que Intel tomó medidas para bloquear el uso de sus nuevos procesadores en sus
chipsets antiguos utilizando elementos como el microcódigo de la CPU y el driver UEFI GOP de la iGPU.
El
método utilizado para hacer funcionar el Core i3 8100 requiere de cuatro paquetes de software, incluyendo actualizaciones de VBIOS y UEFI. Asimismo, al menos inicialmente solo funciona completamente con placas base fabricadas por ASRock, aunque como señalan en
Hexus, la técnica todavía ha de desarrollarse en mayor profundidad y posiblemente veremos avances en este aspecto.
Si bien la noticia no tiene gran importancia para el consumidor común, que comprará el ordenador ya preconfigurado o seguramente optará por montar uno con componentes de funcionamiento garantizado, que varios aficionados hayan podido hacer funcionar los nuevos procesadores de Intel en placas con
chipsets oficialmente no soportados volverá a despertar preguntas acerca de los motivos por los cuales se abandonó el antiguo LGA 1151. A nivel físico los
sockets Z370 (Series 300) y LGA 1151 son extremadamente parecidos, con la única diferencia de que algunos puntos de contacto han sido reconfigurados. Según Intel, el nuevo
socket ofrece compatibilidad con memorias más rápidas y mejoras en la entrega de energía para procesadores de seis núcleos.
Fuente: Win-Raid