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Ya le han informado de posibles edificios disponibles
La Comunidad valenciana trabaja con un operador germano en la creación de "residencias para ancianos alemanes"
Foto: EUROPA PRESS
Buch destaca que la imagen exterior "es bastante positiva" y los inversores ya ven la Comunidad y España como zona "de oportunidades"
VALENCIA, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Conselleria de Economía, Industria, Turismo y Empleo de la Generalitat Valenciana trabaja en un proyecto piloto con un operador germano para impulsar la creación en la Comunidad valenciana de "residencias para ancianos alemanes con necesidad de cuidados" que, incluso, podrían ser "instalaciones 'ad hoc', de forma que mantuviesen allí su comida y su forma de vida".
Así lo ha avanzado en una entrevista a Europa Press el titular de este departamento, Máximo Buch, quien planteó esta posibilidad a la Cámara de Comercio y a un operador del sector durante el viaje que realizó en octubre a Alemania, junto al presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, para captar inversión extranjera.
Según explica, ese operador "se interesó" por el proyecto y solicitó más detalles y, de hecho, ya le han remitido "información concreta de edificios que podrían estar disponibles".
Buch subraya que "es una gran oportunidad" y argumenta, en este sentido, que "en Alemania no hay suficientes cuidadores y personal de enfermería", y en España sí, por lo que "es más eficiente en coste que vengan aquí las personas mayores y, además, disfruten de un entorno cálido en invierno y puedan salir a pasear sin problemas".
Junto a esta iniciativa, en su viaje también contactaron con el principal operador turístico, TUI, que se mostró "muy interesado en desarrollar turismo de tercera edad, que es un turismo de invierno, más cultural y de naturaleza", apunta.
En cuanto a la posibilidad de atraer a grandes empresas, destaca que España "ofrece la gran ventaja de la cercanía" en un momento en que "muchas compañías importantes que trasladaron su producción a China u otros países se están dando cuenta de que aparentemente tiene un coste más bajo, pero luego acaba siendo alto por los lotes de fabricación, el tiempo de entrega y los costes de transporte".
En ese escenario, la Comunidad Valenciana pretende hacer valer su "combinación de oferta logística, con el acceso rápido a sus mercados que brindará a estas compañías el Corredor Mediterráneo, de gente muy preparada y de unos costes laborales significativamente más bajos que en Alemania y otros países del norte de Europa".
"Es mucho mejor traer la producción a España que llevarse a los españoles a producir a Alemania", sostiene Buch, quien asegura que los contactos con empresas del sector auxiliar del automóvil y también para ese tema de residencias de tercera edad "van por buen camino". "Estas cosas llevan su proceso, pero avanzamos", sentencia.
"HAY QUE IR A LA GENTE QUE TIENE DINERO"
En la actualidad, su departamento centra sus esfuerzos de captación de inversión "en países emergentes que empiezan a tener recursos, como Kazajstán, que tiene muchísima liquidez como productor de gas y petróleo". "Al final hay que ir a la gente que tiene dinero, conocerles y atraerles", incide el conseller, quien viajó a ese país a principios de diciembre y ya avanzó que recibirán en el primer trimestre una misión comercial de empresarios y autoridades kazajas.
En esa misma línea de "atraer a los que ahora tienen liquidez", también alude al anuncio de Fabra de ofrecer "suelo a coste prácticamente nulo" para "inversiones estratégicas atractivas".
Buch ratifica su apuesta por la industria y valora que "está resurgiendo después de 15 años en los que no creció, a diferencia de otros sectores", hasta representar un 15 por ciento del PIB, peso que pretenden aumentar hasta el 20 por ciento dada su capacidad de "crear trabajo estable y generar seis puestos por cada empleo industrial".
En ese sentido, la Conselleria de Economía trabaja con patronal y sindicatos en la redefinición de la Estrategia de Política Industrial (EPI) y espera "tener un borrador en enero" y contar con la "versión definitiva" de ese documento antes de marzo.
Sobre este tema, Buch apunta que al haber asumido las competencias de turismo en la reciente remodelación del Consell, esa hoja de ruta para 2020 "será más ambiciosa" y "conjuntará todas las estrategias del turismo, la energía y la industria en un paquete coherente que sea un plan tractor que impulse la reactivación económica".
INNOVACIÓN Y "CEREBRO DE OBRA" FRENTE A OPCIONES 'LOW COST'
A nivel de empresas, sostiene que la clave del éxito reside en el modelo de compañía, no en determinados sectores, y que triunfarán aquellas que innoven y "funcionen a base de mano de obra cualificada, de 'cerebro de obra' que genere valor, ya que mano de obra 'low cost' hay en otros países". "Se trata de hacer un producto innovador, de reinventarse, y eso se está viendo ya en cifras de empleo en los sectores de tecnología media-alta", agrega.
Buch espera dejar atrás "en los próximos meses" los retrasos en los pagos, que "este año han llegado a superar el año" y resalta que "poco a poco, se va construyendo la confianza de los inversores".
"EL VASO CADA VEZ ESTÁ MÁS LLENO"
"El vaso cada vez está más lleno", celebra el conseller, quien insiste en que su optimismo "está basado en datos objetivos y en otros anecdóticos pero significativos" y asevera que "desde fuera, la visión es bastante positiva, y los inversores, incluso desde el punto de vista inmobiliario, ya ven la Comunidad Valenciana y a España como un país de oportunidades".
El próximo 23 de enero cumplirá un año al frente de Economía, un período que recuerda como "duro" y muy marcado por el apoyo estatal para hacer frente a los vencimientos y por la escasez de liquidez sufrida en verano, que motivó múltiples "protestas de colectivos que no cobraban" y les impidió "hacer políticas de construcción".
No obstante, Buch mantiene que esa situación "se ha remontado" gracias al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y que "esa época de escasez económica va tendiendo a acabarse". Así, reitera que "en el segundo semestre llegará el principio del punto de inflexión" y afronta este nuevo ejercicio "con ilusión" y convencido de que "hay que colaborar con todo el mundo, con el Gobierno y con comunidades vecinas", como ya hicieron en la defensa del Corredor Mediterráneo.
800.000 jubilados alemanes tienen un 'minijob' para aumentar sus ingresos
La pensión media en Alemania ha descendido de 1.035 euros en 2000 a 953 euros en 2011.
EFE BERLÍN. 28/08/2012 09:39 Actualizado: 28/08/2012 10:07
Un total de 761.000 jubilados alemanes, 120.000 de ellos mayores de 75 años, trabajan en un minijob por necesidad o para mantenerse activos, con un incremento del 60 % desde el año 2000, según datos recabados en 2011. Ello se desprende de una respuesta del Gobierno federal a una interpelación parlamentaria del partido de La Izquierda que publica este martes el rotativo Süddeutsche Zeitung.
Los minijob se han hecho atractivos para los pensionistas desde su regulación en 2003 ya que permiten tener ingresos suplementarios por un trabajo mínimo de hasta 400 euros al mes que no son gravados fiscalmente ni deben cotizar en las cajas sociales. Sin embargo, el diario subraya que aumenta también la cifra de pensionistas mayores de 65 años que no se conforman con un mini-empleo de hasta 400 euros al mes.
Según datos de la Agencia Federal de Empleo (BA) a finales de 2012 había en Alemania 154.000 personas en edad de jubilación que contaban con un empleo de plena cotización, cifra que se ha duplicado desde 1999. La citada agencia subraya que la mayoría de ellos, unos 80.000 cuenta incluso con un puesto de trabajo de horario completo y destaca que la estadística no incluye a los trabajadores autónomos en edad de jubilación.
"Son jubilados que reparten periódicos, llenan las estanterías de supermercados y practican otros oficios poco atractivos", dicen los expertos
"Muchos quieren trabajar porque se sienten en forma", declara en el rotativo Holger Schäfer, experto en mercado laboral del Instituto de la Economía Alemana (IW), quien comenta que una gran parte de esas personas en edad de jubilación cuentan con una elevada cualificación. Este experto añade que "eso indica que las necesidades financieras no son en muchos casos el motivo principal" para seguir trabajando, pese a haber superado los 65 años de edad.
Por el contrario, Ulrike Mascher, presidenta del organismo social VdK, asegura que la mayoría de los 120.000 mayores de 75 años que practica un minijob "no son precisamente profesores universitarios que quieren trabajar mas tiempo". "Se trata mas bien de jubilados que reparten periódicos, llenan las estanterías de supermercados y practican otros oficios poco atractivos para mejorar sus pensiones", señala la experta, para quien aumenta el número de personas a quienes no les alcanza su pensión para vivir.
Las cifras del gobierno confirman además que las pensiones se han ido reduciendo de manera continuada y quien en 2000 se convirtió en pensionista tras 35 años de vida laboral sobraba una renta media de 1.035 euros, que se han reducido a 953 en 2011.
Miles de jubilados alemanes, obligados a emigrar porque sus pensiones no les permiten vivir en su país
B.B.
El año pasado había más de 7.100 pensionistas alemanes instalados en asilos húngaros. Otros 3.000 han decidido pasar sus últimos años en asilos afincados en la República Checa. Las estadísticas oficiales indican que, además, hay otros 600 'refugiados' en Eslovaquia. Y varios centenares repartidos entre España, Grecia y Ucrania. La mayoría de ellos, según explica un reportaje del periódico británico The Guardian, contra su voluntad; no tienen dinero para quedarse en Alemania.
Las pensiones recibidas, en muchos casos, no dan para cubrir los costes de un asilo alemán, dice el rotativo británico. Quedarse en Alemania alcanzada una determinada edad y dependencia cuesta, de media, entre los 2.900 euros y los 3.400 euros al mes. El problema es que estos precios no parecen destinados a reducirse en el corto plazo. Y entre eso y una población cada vez más envejecida, los expertos temen que el número de ‘exiliados’ no pare de crecer en los próximos años.
Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) están visiblemente molestas con la situación. El término “deportación inhumana”, utilizado por algunas de ellas, no puede evitar compararse con tiempos más oscuros para el país, aunque el argumento más recurrente para tratar de remodelar el sistema que cuida, supuestamente, de los ancianos del país es el de que no se puede tratar de esta manera a las personas que construyeron la Alemania moderna, el actual motor económico de Europa, tras la devastación dejada por la II Guerra Mundial.
Pero la crisis del sistema que pretende cuidar de los mayores en Alemania no es ninguna novedad. Por el contrario, parece un problema crónico. Sin embargo, durante los últimos años se habían tapado agujeros gracias a la llegada masiva de inmigrantes del Este europeo, que ejercían de mano de obra (no muy cara) y podían cubrir, de este modo, vacantes sin que los centros tuviesen que aumentar los precios.
El drama va más allá de la irresponsabilidad nacional, que es la bandera que ondean desde el ‘think tank’ de carácter social Sozialverband Deutschland (VdK, por sus siglas en alemán). Hay casos concretos realmente tristes. Algunos los expone la Sociedad de Alzheimer alemana: “En particular, las personas con demencia pueden encontrar dificultades a la hora de orientarse estando inmersos en otra cultura y en una lengua completamente diferente, porque muchos viven en un mundo anclado al pasado, basado en memorias de sus épocas más tempranas”.
Por su parte, los griegos ironizan sobre la situación. Al ser su país uno de los destinos mencionados por el reportaje del diario inglés, algunos periodistas helenos ya han manifestado la posibilidad de que el Gobierno que lidera el conservador Antonis Samarás, que cuenta con el beneplácito de la canciller germana, Angela Merkel, gracias a su predisposición a adoptar las medidas de austeridad dictadas en Berlín, se dedique de ahora en adelante a construir una industria basada en el cuidado de los ancianos alemanes. Podría ser esa, quizá, la salida de la crisis económica que atraviesa el país mediterráneo.