Ayuntamientos, diputaciones y organismos públicos. Los clientes más exigentes y muy mal pagadores. Se piensan que te hacen un favor, te piden y exigen servicio y ya hablaremos de pagar porque "es la forma de trabajar" que tienen.
A mi padre, con una empresa familiar de distribución de material para las artes gráficas, le han llegado a deber, hace ya muchos años, una cantidad vital para una empresa pequeña, de cientos de miles de pesetas. No recuerdo cómo quedó el asunto (yo era demasiado ingenua para saber de esas cosas) pero sí sé que desde entonces mi padre ya no vuelve a trabajar con ellos directamente. Otra cosa es que alguna imprenta cliente dependa del pago de un organismo público para pagar el material servido, pero eso es otra historia, además de que ahora no paga NADIE y si lo hace es mal y tarde... hemos tenido alguno que ha querido pagar... ¡¡60€ a 180 días!!
Pues eso, que no sólo es que paguen mal, es que incluso lo hacen mucho peor si cabe. Así nos va...