Que alguien se alegre del cierre de unos cines que siempre han luchado por el espectador y que han arriesgado su pasta para ofrecer un producto de calidad es sin duda un motivo para alarmarse. Para empezar, de la entrada que todos pagamos saca tajada hasta el apuntador. Exhibidores, estado, productores, distribuidores, la SGAE y si se indaga un poco hasta la vecina del quinto. Vamos, que la rebaja (o la ausencia de ella) depende de que varias partes se pongan de acuerdo (
el rico pastel). Por otra parte, el negar que la pirateria influye en que los cines cierren es, siendo amable, muy aventurado.
Estoy de acuerdo en que ciertos precios son prohibitivos (9 o 10 € por una entrada no los pago ni por ver el segundo advenimiento de Cristo), pero existen tarjetas de fidelización, dias del espectador y 2x1s que sin duda ayudan a palíar el problema. Yo, que no soy nadie especial (bueno si, pero eso no es pertinente en el tema que nos ocupa) con la tarjeta Cinesa puedo ir los jueves por 4.70 a ver
lo que quiera (ya sea una de robots gigantes o la última de Haneke).
Creo que uno de los factores que más influyen en la espantada de espectadores (amén del ya mencionado precio de las entradas) es que la gente consume peliculas como el que se zampa unas patatas fritas, sin darle ningún valor al dónde o al cómo lo haga. Lo mismo da el iPad, que el plasma de 50', pararla a la mitar e ir a tender la ropa o mirar el Twitter mientras Frodo tira el anillo. Y eso, para un servidor, si que es una mala noticia.