A finales de 2013 Amazon
mostraba Prime Air, un servicio que prometía entregas de paquetes con drones. Más allá de los problemas logísticos y técnicos, la compañía de Jeff Bezos necesitaba el permiso de la FAA, el organismo federal encargado de regular el espacio aéreo de los EE. UU. Finalmente esta autorización ha
llegado.
Cuando Amazon quiera poner a prueba su servicio de drones Prime Air deberá tener en cuenta las restricciones que la FAA ha impuesto. Los drones, por ejemplo, deberán permanecer en contacto visual con un operador en tierra, no podrán volar a más de 120 metros de altura y sólo podrán utilizarse durante el día y con buenas condiciones de visibilidad. Quienes los controlen necesitarán además un certificado oficial de pilotaje.
La licencia concedida a la compañía es experimental y servirá para estudiar la viabilidad de este servicio antes de decidir si puede operar comercialmente. En consecuencia, Amazon deberá compartir los datos de todos los vuelos y los detalles de cualquier contratiempo que surja durante el control de los drones.
Sobre el papel, los drones utilizados por Amazon pueden entregar pedidos de hasta 2,2kg en media hora y su alcance es de unos 16 kilómetros. A pesar de que la compañía se avanzó a la regulación estadounidense y empezó a realizar pruebas
en la India, aún deberá pasar un tiempo hasta que el servicio se pueda poner en marcha comercialmente.