A
mediados de marzo la Comisión de Industria del Parlamento Europeo aprobó un paquete legislativo para prohibir el
roaming, es decir, el recargo de la tarifa a los usuarios que utilizan su móvil desde el extranjero y una serie de reglas a favor de la neutralidad de la red. Tal y como estaba previsto hoy, los eurodiputados han votado dicho paquete legislativo que saldrá adelante por 534 votos a favor, 25 en contra y 58 abstenciones.
Las nuevas normas aprobadas por la Eurocámara
no han dejado indiferentes a las grandes operadoras europeas como Telefónica, France Telecom o Deutsche Telekom, que representadas por la Asociación GSM han criticado en
un comunicado tanto el fin del
roaming como especialmente las normativas a favor de la neutralidad de la red.
La legislación sobre la neutralidad de la red exige que todo el tráfico de Internet sea tratado por igual, “sin discriminación, restricción o interferencia, independientemente del emisor, el receptor, el tipo, contenido, dispositivo, servicio o aplicación”. Según afirma la GSMA, estas reglas "obstaculizarán la inversión y la innovación y limitarán la disponibilidad de servicios a medida diferenciados según la calidad y el precio, además de introducir restricciones adicionales en la gestión esencial del tráfico". En otras palabras, las operadoras no quieren quedarse sin la opción de poder ralentizar o capar ciertos servicios como podrían ser el P2P, Voz IP o el
streaming.
Bajo la nueva normativa las empresas podrán seguir ofreciendo servicios especializados de calidad. Por ejemplo, una compañía de video bajo demanda podría pagar una prima a un ISP para que sus clientes gocen de un acceso directo, sin pasar por intermediarios. Pero en ningún caso este trato puede ir "en detrimento de la disponibilidad o la calidad de los servicios de acceso a internet". Una ejemplo de esto lo encontramos en Estados Unidos, donde
Netflix pagó una considerable cantidad de dinero a Comcast por el acceso directo a su red de banda ancha.
Además la ley que dice claramente que los ISP “no discriminarán entre los servicios y aplicaciones equivalentes”, no permitiendo que por ejemplo Skype pague a un operador para asegurarse que tiene más ancho de banda que Google Hangouts u otro servicio.
Sobre la supresión del
roaming los ISP afirman que reducirá sus ingresos, cosa que se traducirá en un recorte de las inversiones necesarias para desplegar las nuevas redes de fibra óptica. Para evitar una posible subida de las tarifas antes de la abolición del
roaming previsto para el 15 de diciembre de 2015, se revisarán las tarifas en junio de ese mismo año. La legislación también tiene previsto proteger a las operadoras contra el abuso por parte de los clientes, que por ejemplo, no podrán comprar un móvil en Lituania y usarlo exclusivamente en España con unas las tarifas lituanas más económicas.