Cuando viajo con mi barco
por los mares de tu cuerpo,
la Proa, se encuentra en mi mano,
y, el timón, está en mi sexo.
Al principio, todo es suave
y, el navegar, es muy lento;
recorro toda tu piel
sobre tu desnudo cuerpo.
Poco a poco, la tormenta,
en si climax, va creciendo,
y va mi Proa, nerviosa,
con la punta de los dedos,
llegando al feliz final
del encuentro de los cuerpos.
Muy firme, el Timón avanza
hacia su seguro puerto,
y batalla y se retuerce
entre el éxtasis y el miedo,
seguro de que, el Amor,
triunfará en este intento.
¡Quiero ser, siempre, marino
en los mares de tu cuerpo!
escrita por Javier Ponce Mora.