Faraday Future, el emergente fabricante de vehículos eléctricos afincado en California y financiado desde China, está atravesando el peor momento de su joven vida.
Establecida para competir directamente con Tesla e impulsada por un grupo de ingenieros y ejecutivos con una amplia trayectoria en la industria automovilística, la compañía presentó a comienzos del año pasado el
FFZERO1, un cuidado prototipo diseñado para dar a conocer sus tecnologías y servir como anticipo de su primer modelo de producción, que supuestamente será presentado en el mes de enero. Ahora las cosas no están tan claras, puesto que según publica
The Financial Times, la falta de financiación amenaza con impedir el lanzamiento de su primer coche.
La construcción de su fábrica en Las Vegas está paralizada y ya no parece seguro que las ventas vayan a poder comenzar en 2017 como auguraba la empresa.
La historia de Faraday Future es singular. Envuelta en el mayor de los secretos (ni siquiera se sabe con total certeza su jerarquía interna, que dirige una plantilla de 1.200 empleados), la compañía apareció casi de la nada durante la feria CES 2016 con unos planes sorprendentes y una amplia financiación proporcionada por el fabricante chino de teléfonos
LeEco, que también está involucrada en el desarrollo de su propio automóvil a baterías.
Todo por lo que es conocida hasta ahora es por haber entrado en la industria como un elefante en una cacharrería, absorbiendo empleados de firmas como Tesla, BMW y Ferrari, presentar un llamativo
concept car en la mayor feria de electrónica del mundo y lanzarse a la construcción de una fábrica en un abrir y cerrar de ojos. Con solo dos años de vida su primer vehículo de producción (del que nadie sabe nada) ya está en fase de pruebas, y de hecho la compañía calienta motores de cara a su presentación a comienzos de año en el CES 2017, con o sin factoría.
LeEco cierra el grifoCasi todo el dinero para lanzarse a semejante carrera procede de LeEco, que ha proporcionado cientos de millones de su propio capital a Faraday Future con la esperanza de acelerar su llegada al mercado. Y cuando solo se tiene una fuente de financiación, el menor de los problemas se puede convertir en un desastre.
Hace apenas unas semanas LeEco señaló la necesidad de reducir sus inversiones ante una creciente falta de liquidez resultante de un crecimiento explosivo (como Xiaomi, LeEco ha pasado de vender solo teléfonos a introducir en su catálogo televisores, cascos de realidad virtual y hasta bicicletas). Si LeEco no incrementa su financiación, Faraday Future deberá ahora buscar dinero donde haga falta.
Según The Financial Times, el estado de Nevada ha ofrecido cientos de millones de dólares en incentivos para asegurar el levantamiento de su fábrica en Las Vegas, pero Faraday Future debe ya decenas de millones a la constructora encargada del proyecto.
Los aficionados al mundo del automóvil y más concretamente al de los vehículos eléctricos sabrán que esta no es una historia inédita. Los primeros años de Tesla estuvieron marcados por las disputas entre sus fundadores e incontables problemas técnicos. Al final las cosas salieron mejor de lo que vaticinaban los analistas más agoreros y hoy en día Tesla es una de las compañías más envidiadas de la industria.
También está el caso de
Fisker Automotive, que trató de rivalizar con Tesla hasta que su accionista y proveedor, el fabricante de baterías A123 Systems, se llevó por delante a la compañía. El tiempo dirá si Faraday Future sigue uno u otro camino.
Fuente: The Financial Times