A Luz Silva no le preocupaba demasiado que la calle que se extendía ante ella fuese la que correteara cada día de su infancia , tampoco le preocupaba esa piedra redondeada o triangular según como se la mirase ,temores de la niñez . Incluso , y espero que nadie se asombre aún , no le dio miedo el estar acostada en el sillón de atrás de su primer coche , este había recibido sepultura en una hermosa chatarrería hacia ya muchos años.
A luz Silva no le preocupaba demasiado que la calle que se extendía ante ella fuese la que la viera caminar cada día hacia al colegio , le daba temor lo que había tras la esquina , esa luz , le asustaba la humedad que tomo el sillón , sudaba y tiritaba a partes iguales.
Todo tenía sobre el la sabana blanca que la madre extiende sobre el niño , sobre esta una capa de yeso fina y espolvoreada ,y sobre esta otra , muchísimas manos encalaron , así de blanca era la claridad que asustaba a la señorita Silva. , haciendo visera con sus manitas pudo ver que no se equivocaba , que aquella era la calle , el mismo patio enrejado a la derecha , ese feo suelo de hormigón , antes era de piedra , las mismas fachadas encaladas , y esa luz , tras esa esquina , esos ojos que la miraban .
Siempre fue valiente , y aunque pareciese que cada rayo se curvase para incidir contra su mirada , se hiciese con propia voluntad para aplastar el deseo de ver , en ese sucio sillón de atrás en aquel SEAT Ibiza , al que no se le iban las manchas de cerveza, pese a todo eso …… tembló de miedo , imaginando que tras la esquina estaba el hombre del saco o cualquier brutal criatura , como la soledad , o el hermano malo del ratón Pérez , la luz la desquiciaba , levanto su cabeza y la estrello contra el respaldo deseando dormir , quedar inconsciente mas bien , fallo.
Lo volvió a intentar , no tenía el deseado sueño , pero tenía 20 gramos menos de peso , y una mancha de sangre en la tapicería .
Si no fuera porque todo lucía rojo habría sabido que la criatura de la esquina estaba a punto de su genitivo y caminar hacía y ella , y se sorprenderán , si les digo que no lo sabía , siquiera lo intuía , cuando entre alaridos , cuando su piel ya se quemaba por la luz , por el ardor de su miedo , Luz Silva corrió del coche , durante 15 días se supo cual fue su camino , por la sanguina vía que te lo explicaba , la puerta de su casa , el lugar a salvo , las llaves y su cerradura…..un resplandor….¿Por qué seré tan estúpida? , la luz y el metal , que doloroso , y al entrar la llave , mas dolor aún , ¿ Cómo explicar que aunque hubiera girado la llave mas de lo necesario no se abriera la puerta? , cuando giro , allí estaba , una enorme sombra ..¿La criatura de la esquina? , no no , la veleta de su hogar , proyectada .
La veleta tenía la forma de un caballo encabritado, casi hubiera preferido la criatura de la esquina , es insoportable ver como una sombra toma cuerpo y trata de matarte tras el peso de sus herraduras , soplar , eso hizo , la señorita Silva resoplo , y como cenizas el caballo se fue , y donde iban a posarse la grisácea materia moría esa claridad , para brillar mas en el resto .
Una gigantesca Lupa , sobre ella buscando en el bolso , no encontró su teléfono portátil , encontró su teléfono portátil derretido , derrengado.
-¿Hora de la Muerte?
-Las dos y cuarto , doctor.
Criatura de la esquina ¿me he muerto?
Moriste hace un ya, y el resto de tu existencia será un “aun no”
¿Es esto el infierno?
La criatura de la esquina se reía