Maltrato físico

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Últimamente pienso con frecuencia que, a lo largo de mi trayectoria vital, he sido con suma frecuencia maltratado físicamente por las personas de mi entorno. Ello ha sido así tanto en el seno de mi familia como también en los vecindarios donde he residido y los centros académicos donde he estudiado. Recuerdo, por ejemplo, que hace algunos años debía ir y volver de mi colegio en autobús. Pues bien, un alumno del centro se sentaba a mi lado (bueno, no exactamente a mi lado, pues a mi lado se sentaba un amigo, sino en los asientos situados al otro lado de los nuestros) para propinarme golpes hasta que llegábamos hasta nuestro destino. No era el único del centro que me golpeaba, pues otros alumnos también lo hacían muy a menudo. En el vecindario, mi relación con el resto de niños era peculiar. Ellos me insultaban por mi afeminamiento y yo, que ya por entonces podía ser de lengua molesta cuando quería, les respondía las mayores barbaridades. Me protegía un chico del que me hice muy amigo y que contaba con fuerza y habilidades para emplearla, pero cuando él no estaba debía huir de ellos corriendo hasta refugiarme en mi casa. En fin, he puesto unos pocos ejemplos porque no quiero aportar más datos sobre mi vida (y hablar, por ejemplo, de ciertas propensiones y patrones de conducta de las que yo creo pudieron ser en parte responsables dichas experiencias), pero, en resumidas cuentas, se han reiterado en mi vida los episodios de golpizas. ¿A alguien más de aquí le ha sucedido lo mismo?
Soy de la opinion de que si uno se hace respetar.... Lo que tienes que hacer es imponerte y cortar por lo sano.

Yo no permito que nadie me pegue pero no porque tenga mas o menos fisico. Sino porque lo dejo claro. Incluso a la tipica amiga pegona que tenemos todos le paro los pies a la minima. Es simple di con contundencia que no te peguen y ponte muy serio. Si le echas pelotas te deberia bastar. Si tienes que llegar a las manos te respetaran aunque pierdas, mas vale un dia luchando que 100 huyendo.
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FrutopiA escribió:Soy de la opinion de que si uno se hace respetar.... Lo que tienes que hacer es imponerte y cortar por lo sano.

Yo no permito que nadie me pegue pero no porque tenga mas o menos fisico. Sino porque lo dejo claro. Incluso a la tipica amiga pegona que tenemos todos le paro los pies a la minima. Es simple di con contundencia que no te peguen y ponte muy serio. Si le echas pelotas te deberia bastar. Si tienes que llegar a las manos te respetaran aunque pierdas, mas vale un dia luchando que 100 huyendo.


Bueno, cuando me pegaban a veces lo intentaba, pero eran tentativas futiles. Siempre vi frustrados mis intentos de defenderme con éxito; sólo redundaron en que el chico que me agredía lo hiciera con más contundencia y alevosía, enfurecido por mi réplica.
A mí nunca me han pegado :-?
Me parece raro que tanta gente te quierra zurrar. Quizá vives en un barrio conflictivo o algo por el estilo.
gaula88 está baneado por "saltarse baneo temporal con clon"
La clave está, en mi opinión, en un momento determinado de la niñez tardía o la adolescencia temprana, casi un instante o una oportunidad: el momento en el que te asientas firmemente sobre tu terreno físico y personal y ya nadie se atreve a moverte.
Para mi, ese momento llegó a los doce años: uno de esos brabucones balbuceantes que todos nos encontramos en nuestros años de colegio, estúpido y acomplejado pero agresivo, estuvo persiguiéndonos junto a su jauría habitual a un amigo y a mi a lo largo de cierta avenida, propinándonos golpes en la espalda a cada momento, provocándonos. No le faltaban motivos: él era un niño probadamente torpe, incapaz de aprender, mientras que nosotros teníamos ciertas habilidades naturales o dones para el lenguaje, las matemáticas o la música, que demostrábamos, especialmente yo, a la primera oportunidad; probablemente éramos lo que se suele llamar "sabihondos", y perdí la cuenta de las veces que me llamaron aquello a lo largo de la niñez y la adolescencia.
El caso es que aquel animal de bellota no cesaba de tratar de humillarnos y provocarnos, hasta que en un momento dado, lo recuerdo perfectamente, perdí el control. Pasé de la nada al todo, de la calma a la locura. No sé qué resorte de mi mente tocó aquel desgraciado, pero entré en una especie de trance animal: me abalancé sobre él y empezé a propinarle unas hostias espantosas, salvajes, con la auténtica disposición de matarlo allí mismo a golpes. Recuerdo haberlo derribado de la primera embestida y golpearle la cara con los puños de manera totalmente frenética, fuera de mi, intentando hacerle todo el daño posible, hasta que nos separaron.
Aquello tuvo consecuencias, obviamente, y las llamadas del colegio y de su madre a mi casa no tardaron en llegar, pero nunca más volví a tener problemas de ese tipo con nadie. Jamás, en ningún entorno. Al hacer eso, viéndolo ahora en perspectiva, no sólo cambió la manera en que aquel enano mental me veía, sino que cambió el modo en que me veía el mundo, y aquel cambio se proyectó de algún modo hacia el futuro.
He de decir que ya por entonces yo era un niño muy alto para mi edad y eso supongo que ayuda, aunque fuese un alfeñique más flaco que Rocinante.

Así que si tienes problemas, mi consejo es que no pongas la otra mejilla: esa basura cristiana que nos han metido en la cabeza sólo sirve para que abusen de nosotros desde la cuna a la tumba. Haz daño a tus enemigos: todo el daño que puedas. Deja a un lado la moralidad y agrédeles con todas tus fuerzas de un modo u otro, de manera irracional y primaria. Hay gente que no entiende otro lenguaje y, aunque por supuesto la via diplomática y racional es siempre la mejor manera de resolver las cosas, esto sólo es posible con gente dotada de raciocinio. Y me refiero a raciocinio claro, gente capaz de seguir una línea de pensamiento, de desarrollar sentimientos empáticos y de no mezclarlo todo en su cabeza, no me refiero al raciocinio necesario para tostar pan.
a mi, me han dado palos, igual que los he dado yo tb..

pero vamos, normalmente era , porque me juntaba con gente mas mayor, y era mas que travieso.

ara bien, palizas palizas, nunca. pero "mascás" si me he llevado.

ara, que lo chungo era por mi hermano pequeño, que era otro culo inquieto, y por defenderlo muchas veces he pillado tambien.

jajajajjajajaja


pero vamos, nada traumatico.




saludos eolianos!
A mi quien me ha pegado ha cobrado palos de todos los colores, no han sido muchas veces en mi vida, pero asi ha sido, lo típico de pequeña, que cojones me iban a pegar y me quedara yo quieta, con la mala hostia que gasto...
Esas cosas no deben de permitirse nunca, asi de simple.
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gaula88 escribió:La clave está, en mi opinión, en un momento determinado de la niñez tardía o la adolescencia temprana, casi un instante o una oportunidad: el momento en el que te asientas firmemente sobre tu terreno físico y personal y ya nadie se atreve a moverte.
Para mi, ese momento llegó a los doce años: uno de esos brabucones balbuceantes que todos nos encontramos en nuestros años de colegio, estúpido y acomplejado pero agresivo, estuvo persiguiéndonos junto a su jauría habitual a un amigo y a mi a lo largo de cierta avenida, propinándonos golpes en la espalda a cada momento, provocándonos. No le faltaban motivos: él era un niño probadamente torpe, incapaz de aprender, mientras que nosotros teníamos ciertas habilidades naturales o dones para el lenguaje, las matemáticas o la música, que demostrábamos, especialmente yo, a la primera oportunidad; probablemente éramos lo que se suele llamar "sabihondos", y perdí la cuenta de las veces que me llamaron aquello a lo largo de la niñez y la adolescencia.
El caso es que aquel animal de bellota no cesaba de tratar de humillarnos y provocarnos, hasta que en un momento dado, lo recuerdo perfectamente, perdí el control. Pasé de la nada al todo, de la calma a la locura. No sé qué resorte de mi mente tocó aquel desgraciado, pero entré en una especie de trance animal: me abalancé sobre él y empezé a propinarle unas hostias espantosas, salvajes, con la auténtica disposición de matarlo allí mismo a golpes. Recuerdo haberlo derribado de la primera embestida y golpearle la cara con los puños de manera totalmente frenética, fuera de mi, intentando hacerle todo el daño posible, hasta que nos separaron.
Aquello tuvo consecuencias, obviamente, y las llamadas del colegio y de su madre a mi casa no tardaron en llegar, pero nunca más volví a tener problemas de ese tipo con nadie. Jamás, en ningún entorno. Al hacer eso, viéndolo ahora en perspectiva, no sólo cambió la manera en que aquel enano mental me veía, sino que cambió el modo en que me veía el mundo, y aquel cambio se proyectó de algún modo hacia el futuro.
He de decir que ya por entonces yo era un niño muy alto para mi edad y eso supongo que ayuda, aunque fuese un alfeñique más flaco que Rocinante.

Así que si tienes problemas, mi consejo es que no pongas la otra mejilla: esa basura cristiana que nos han metido en la cabeza sólo sirve para que abusen de nosotros desde la cuna a la tumba. Haz daño a tus enemigos: todo el daño que puedas. Deja a un lado la moralidad y agrédeles con todas tus fuerzas de un modo u otro, de manera irracional y primaria. Hay gente que no entiende otro lenguaje y, aunque por supuesto la via diplomática y racional es siempre la mejor manera de resolver las cosas, esto sólo es posible con gente dotada de raciocinio. Y me refiero a raciocinio claro, gente capaz de seguir una línea de pensamiento, de desarrollar sentimientos empáticos y de no mezclarlo todo en su cabeza, no me refiero al raciocinio necesario para tostar pan.


¡Oh, a mí ya nadie me agrede! Ahora tengo veintitrés años y ya no tengo problemas de este tipo con nadie, hace ya varios años que no me sucede nada de lo que aquí relato. Me ha parecido muy interesante tu historia, es admirable que tuvieras los arrestos suficientes para arrostrar a ese indeseable. De mí también hacían mofa y befa en razón de ciertas capacidades, amén de rasgos personales que ellos consideraban risibles.
No tengo muy claro cómo he acabado en el subforo de literatura
Así que si tienes problemas, mi consejo es que no pongas la otra mejilla: esa basura cristiana que nos han metido en la cabeza sólo sirve para que abusen de nosotros desde la cuna a la tumba. Haz daño a tus enemigos: todo el daño que puedas. Deja a un lado la moralidad y agrédeles con todas tus fuerzas de un modo u otro, de manera irracional y primaria. Hay gente que no entiende otro lenguaje y, aunque por supuesto la via diplomática y racional es siempre la mejor manera de resolver las cosas, esto sólo es posible con gente dotada de raciocinio. Y me refiero a raciocinio claro, gente capaz de seguir una línea de pensamiento, de desarrollar sentimientos empáticos y de no mezclarlo todo en su cabeza, no me refiero al raciocinio necesario para tostar pan.

Menudo consejo, como tengas algo de físico y te pongas a pegar en serio no es ya que lo envías al hospital, sino que lo puedes dejar en el sitio, con todos los problemas que eso conlleva (legales y mentales, enviar a alguien al hospital, por mucho que lo odies no es plato de buen gusto).
Vamos a ver, dudo que el forero hable de dejar al tipo en cuestión en silla de ruedas o en el cementerio. Irá más enfocado, sencillamente, a alcanzar el punto en el que causas el suficiente daño para que una represalia sea improbable. Que, según con quién sea, puede bastar una simple bofetada.

Ya que estamos, cuento yo también: cuando estaba en el colegio (no hace demasiado, la verdad), hubo un año en el que me tocó con un auténtico patán en clase. No nos conocíamos de nada, pero con el tiempo yo ya veía que era un anormal de cuidado. Siempre he tenido buen rollo con todo el mundo, así que no le di importancia.

Pues bien, un día vino en el recreo y me dijo que quería hablar conmigo, que fuésemos al baño (yo estaba con algunos amigos y, aunque me dijeron que no lo hiciese por lo evidente, yo tenía curiosidad). Fuimos al baño, me agarró por el cuello y balbuceó algo sobre que no volviese a decir nada de su madre (cosa que yo no había hecho, por otro lado). A mí me la traía al pairo y apenas me resultaba incómodo, pero llegó un punto en que mencionó a mi novia. Y no es que con ella la relación fuese alucinante (éramos dos niños), pero algo hizo clic: no sé cómo, me solté, levanté a aquel zoquete y le dije que, si volvía a tocarme, le arrancaría las putas tripas. Siempre he sido una persona que, aunque tremendamente violenta, ha sabido contenerse; en ese momento, no sé por qué, exploté y no sabéis los satisfactorio que resulta.
gaula88 está baneado por "saltarse baneo temporal con clon"
@N_Raist, creo que nos ocurre lo mismo. Yo jamás me meto con nadie y me dolería mucho hacer daño a otras personas, incluso puedo tolerar cierto tiempo al típico jefe hijo de puta. Y no se me nota. Todo está tranquilo, no pasa nada, parezco paciente y de hecho lo soy.
Pero llega un momento, un instante, que algo hace contacto y ya no hay marcha atrás. Me convierto en el puto Hulk, y todo lo que he aguantado sale de golpe. Así he dejado varios trabajos, de hecho, entre miradas de "¿y este animal? ¿de verdad le ha dicho eso al jefe de proyecto?".
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dark_hunter escribió:
Así que si tienes problemas, mi consejo es que no pongas la otra mejilla: esa basura cristiana que nos han metido en la cabeza sólo sirve para que abusen de nosotros desde la cuna a la tumba. Haz daño a tus enemigos: todo el daño que puedas. Deja a un lado la moralidad y agrédeles con todas tus fuerzas de un modo u otro, de manera irracional y primaria. Hay gente que no entiende otro lenguaje y, aunque por supuesto la via diplomática y racional es siempre la mejor manera de resolver las cosas, esto sólo es posible con gente dotada de raciocinio. Y me refiero a raciocinio claro, gente capaz de seguir una línea de pensamiento, de desarrollar sentimientos empáticos y de no mezclarlo todo en su cabeza, no me refiero al raciocinio necesario para tostar pan.

Menudo consejo, como tengas algo de físico y te pongas a pegar en serio no es ya que lo envías al hospital, sino que lo puedes dejar en el sitio, con todos los problemas que eso conlleva (legales y mentales, enviar a alguien al hospital, por mucho que lo odies no es plato de buen gusto).


Yo estoy de acuerdo contigo, realmente es mejor desarrollar un sentimiento de indiferencia hacia los actos injuriosos y lesivos que uno pueda recibir de otras personas. Yo ahora comprendo que mi actitud durante aquellos años era la correcta y que fue aquella mentalidad la que me permitió llevar una vida bastante estable y feliz dentro de unos límites. Por una vez, el paso de los años me ha demostrado que me comporté de manera inteligente en algo, jaja.
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