Aunque comprar otro mando es lo mejor, te digo un par de cosillas para que puedas tirar mientras te decides o encuentras uno:
* Cuando guardes el mando, acostúmbrate a no enrollar el cable en el propio mando. Esto hace que se vaya rompiendo poco a poco, y en tu caso (que parece que ya está "de mírame y no me toques") si lo sigues enrollando, le puedes dar la puntilla, así que intenta cuidarlo mucho hasta que consigas otro...
* Por supuesto, si te atreves a abrirlo y tienes habilidad soldando, puede que consigas arreglar tu mando.
* Por mi experiencia (igual no coincide con la tuya) el mando que está medio roto tiende a desconectarse mucho más cuando vibra (porque al moverse, el cable que está medio mal, pierde conexión mucho más fácilmente). Por eso, si te da igual en el juego que estás jugando, a lo mejor quitar la función de vibración te permite jugar más tiempo sin que se te desconecte.