Carga tu mando si no responde. Conecta el mando en la PS3 a través de un cable USB. La consola debe estar encendida mientras el mando es conectado para cargarse.
2
Restablece el mando cuando se haya cargado completamente. Existe un botón de restablecimiento en un orificio muy pequeño en la parte trasera del mando. Necesitarás un objeto delgado, como un pin o un clip estirado, para lograr presionar el botón de restablecimiento en el interior del orificio.
3
Sincroniza el mando una vez que lo hayas restablecido. Conecta tu mando a la consola con el cable USB y presiona el botón "PS" para sincronizarlo.
4
Conecta el mando con el sistema apagado si éste aún no lo reconoce. Apaga la consola y conecta el mando a través del cable USB, luego vuelve a encender el sistema. Mientras el sistema se esté iniciando, es posible que reconozca el mando como un dispositivo.
5
Realiza un restablecimiento completo del sistema si falla todo lo demás. Apaga la PS3 utilizando el interruptor que se encuentra en la parte posterior de la unidad. Vuelve a encender la PS3, y luego mantén presionado el botón de encendido en la parte frontal de la consola por varios segundos. Cuando escuches tres pitidos, el sistema se habrá restablecido.
6
Conecta tu mando y presiona el botón "PS" para sincronizarlo una vez que el sistema se haya restablecido. Si el sistema aún no reconoce el mando, es posible que necesites uno nuevo.