Bueno, aquí estamos otra vez para hacer una reseña a esta fantástica serie que marcó un antes y un después en la vida de muchos japoneses (y no miro a nadie Daisuke Enomoto) y a otros tantos occidentales.
Nos encontramos con una serie de 1979, en la que se plantea la hipotética situación de que el hombre ha tenido que exiliarse al espacio por problema de super población en la Tierra. A partir de esto, se crean una serie de Colonias Espaciales llamadas Sides donde la gente vive una vida normal recreando su mundo original. Una de estas colonias, Side 3, se proclama como el Principado de Zeón, y está dispuesta a enfrentarse a todo lo que haga falta para adquirir el rango de colonia independiente de la Federación Terrestre.
Con esta reseña empieza una historia sobre la guerra, de cómo se vive y cómo se muere.
Nos centramos en un chico llamado Amuro Ray. Un chico normal, un poco cerdo y perdido, pero responsable de lo que hace. Un día, la colonia donde el vive es atacada por las fuerzas de Zeon, y mientras huye se encuentra con el proyecto más secreto de la Ferederación Terrestre: el Gundam.
Casi milagrosamente, Amuro, abordo del Gundam, consigue repeler el ataque de Zeon y consigue desalojar Side 7 abordo del nuevo modelo de crucero de la Federación Terrestre: la White Base.
Asi, empieza esta historia, donde nos relata las peripecias de esta tripulación a lo largo de su viaje y sus distintos objetivos.
La historia tiene su continuidad y está bien explicada, aunque un recorte en los capítulos finales de la serie obligase al director (Yoshiyuki Tomino) a relatar lo más importante en menos de 5 capítulos.
En esta historia, podemos observar la evolución de Amuro y de otras personas como Kai Shiden o Hayato Kobayashi. Aunque también tenemos otros personajes como el misterioso Char Aznable, el cual tiene como objetivo final destruir a la familia que asesinó a su padre.
Podría ser una historia normal de guerra y paz, pero en ella se mezclan los sentimientos de varios personajes tales como Sayla Mass, la cual guarda en secreto su verdadera identidad e intenciones, o la intromisión de ese personaje mítico llamado Lalah que determinará el final de la historia y la posterior relación entre Char y Amuro.
La caracterización de los personajes es, como casi siempre en Gundam, un punto a favor de la serie. Un personaje no esta en un sitio por casualidad, todos tienen una razón. Un gran atractivo de esta serie es la incorporación de un papel más o menos importante por parte de los secundarios. Mientras que en otras series de mechas pueden pasar muy desapercibidos, aquí se les llega a cojer un cariño especial, sobre todo si mueren.
Aunque todo parezca que vaya a ser igual, con Amuro metiéndose en el Gundam y aniquilando a Zeon, a la mitad de la historia, nos encontramos con unos personajes que han madurado, como es el caso de Amuro cuando se pregunta por qué lucha, o con Kai Shiden que se ve casi obligado a pilotar su querido Gun Cannon.
Al final, vemos cómo Amuro encuentra en Lalah un apoyo en la lucha. En este punto de la historia empezamos a aprender lo que es el concepto Newtype. El siguiente paso de la evolución del hombre. Un concepto que en Japón dio nombre a una revista de anime y que incluso posteriormente, durante los años 80, evolucionó en el concepto de "Niños Indigo" para el mundo real.
Sobre la música y sonido, no es que destaque especialmente, ya que era una serie de bajo presupuesto que incluso la recortaron al final, pero me gustaría destacar la música de fondo setentera, los sonidos mecánicos, aunque no acaben de convencer, y unos dobladores que marcarían historia sobre todo en los 80.
El dibujo es normalillo, no destaca por su esplendor ni calidad, aunque se puede ver que los últimos capítulos tienen a lo mejor nuevas animaciones y un poco más de caidad y color, aunque el Zau de Char sigue siendo rosa y no rojo
.
No se puede esperar gran cosa siendo de 1979, pero algunos planos de la serie han marcado historia y otros, como las explosiones rosas o las ilustraciones, marcaron algo en esos niños japoneses.
El diseño de los mechas es algo destacable en algunos aspectos. Nos podemos encontrar con un diseño humanoide del Gundam, moderno y que marcaría posteriores diseños de otros mechas, pero luego nos encontramos cosas como el Zakrello que no hacen justicia al resto de diseños
Al final de la serie vemos cosas como el Zeong, un Mobile Suit que no tiene piernas, y ha resultado ser la mofa varias veces durante la historia del anime.
Conclusión: Hay que estar mentalizado de que es una serie de 1979, y te puedes encontrar cosas que no te parecen normales ni hoy en día. En fin, una serie recomendada que a finales de año se encontrará disponible en DVD en Japón después de 25 años de su estreno.
Hoy en día es casi imposible hacerse con la serie completa y dependíamos de las películas para ello, pero con suerte, alguien comprará esos DVDs y tendremos la oportunidad de verla íntegra
En mi opinión esta serie se merece un 9. Hoy en día parece que no hizo nada novedoso en el universo mecha, pero la verdad es que fue la primera serie que introdujo en serio los Real Robots, las dos perspectivas de la guerra o el debate de llevar a los jóvenes a la guerra. Para mí, esta serie dio paso a otras grandes series de los 80
El impacto de esta serie en occidente ha sido mínimo, ya que nunca ha llegado. Unicamente ha llegado a USA y porque antes llegó Gundam Wing, pero esta no tuvo tanto éxito como Wing y ha sido eliminada de la parrila varias veces.
En Europa, practicamente ni la conocemos en su versión animada, aunque sí en su versión de manga. Norma está lanzando ahora mismo Gundam The Origin, un manga basado en la serie original.
Aunque ha España no haya llegado, podemos ver cosas como la introducción a un espacio de Cuatroesfera donde aparece el Gundam original, o el anuncio de Fincas Corral, donde también aparece en 3D hecho el modelo.
Siento por extenderme tanto
PD: Sabio, has puesto de carátula uno de los mejores mangas basados en este universo: Gundam Ecole du Ciel.
PD2: Arreglado