Que en ocasiones las soluciones se encuentren en el centro no significa que las políticas centristas no sean absurdas y suelan basarse en falacias. O, dicho de otro modo, en ocasiones puedes llevar razón aunque su razonamiento sea inválido. De hecho, en la mayoría de los asuntos, solemos tomar posiciones absolutas (corrupción, pobreza, derechos de homosexuales, etc). Aquí se habla de esas políticas del consenso, de ceder un poco ante una derecha que puede estar completamente equivocada. Caso de los titiriteros, pero también el caso de Guillermo Zapata.
El centro político no es más que un invento para contentar a todos, partidos escoba, desde donde se puede barrer más y mejor. Si estáis en contra de los toros, votadnos, nosotros también. Si estáis a favor, votadnos, nosotros también. ¿Condenáis el franquismo? Nosotros también. ¿Lo condenáis pero es que la república? No problema, vamos a abstenernos en estas cuestiones para que todo siga igual. Empresarios, defendemos vuestros intereses. Trabajadores, los vuestros también.
No mostrarán opiniones de los (más que probables) conflictos de intereses entre dos o más partes. Eso debe quedar fuera del debate, porque te inclina hacia uno de los extremos. Defenderán estados laicos a la vez que defenderán privilegios fiscales a instituciones religiosas. No importará que sean ideas contradictorias, lo que importa es que tanto unos como otros simpaticen con lo que dices, sea lo que sea. Luego ya, las políticas a aplicar, son otro cantar.
. Porque todo el mundo sabe que los grandes avances sociales los han conseguido los centristas. 