Como figura decorativa puede estar bien aunque sinceramente no representa a ningún mueble recreativo en concreto y eso para mí le quita gracia. Para jugar, tanto por selección de juegos en sí como por controles casi impracticables y miniaturescos, pues no sirve realmente, y tendría como nota un 3 sobre 10 siendo generosos. En fin, un producto a evitar que no merece la pena por mucho que gusten los videojuegos de los 80 y 90.