No sabía si publicar esto por aquí o crear otra cuenta, dado que no me suele gustar exponer asuntos personales por Internet. Pero me he animado para ver si podéis compartir vuestra experiencia con algún asunto similar y veis alguna posibilidad de éxito.
Hace aproximadamente dos años, mi cuñado adquirió una perra (de la que es titular) y, por aquel entonces, mi suegra, mi pareja y él convivían en el mismo domicilio junto a otro perro (cuyo titular es mi pareja). Desde el primer momento, más allá de los trámites burocráticos iniciales, se desentendió del cuidado del animal, del que nos hemos estado haciendo cargo entre mi suegra, mi pareja y yo.
Al cabo de unos meses, mi cuñado decidió abandonar el domicilio debido a diversas disputas familiares dejando tras de sí al animal que, como digo, hemos seguido cuidando y al que tenemos mucho afecto y cariño.
Sin embargo, esta semana, mi cuñado ha decidido llevarse a la perra (a la que, repito, no ha estado cuidando durante dos años ni encargándose de ella) en un acto de odio hacia mi pareja, conociendo el perjuicio emocional que esto le podría ocasionar dadas sus circunstancias actuales: una grave depresión diagnosticada por psicóloga y psiquiatra con una pauta intensa de ansiolíticos y antidepresivos.
Ya he contactado con varios abogados especialistas en derecho animal y estoy a la espera de su respuesta y concertar una cita para profundizar en el problema, pero me gustaría saber qué opináis, qué habríais hecho, si creéis que podemos recuperar a la perra...