Dexter es una serie de Showtime basada en el segundo libro de la serie Dexter, "Dearly Devoted Dexter", de Jeff Lindsay.
Michael C. Hall (“A dos metros bajo tierra”) encarna a este peculiar personaje con doble vida: por el día es forense en el Departamento de Policía de Miami y, por la noche, un asesino especializado en eliminar delincuentes ¿Dónde acaba la línea que delimita la personalidad de un servidor de la Ley y comienza la que marca el destino de un despiadado asesino? Bajo esta premisa nace la serie “Dexter” una serie nada convencional con un protagonista atípico: un personaje con doble vida que se debate entre su trabajo como policía forense, y su actividad como asesino psicópata. A primera vista, Dexter Morgan es un tipo de vida ordenada, elegante, amante de su novia y con un sexto sentido para relacionarse con los niños. Con estas cualidades, hasta podría decirse que Dexter Morgan es el “tipo ideal”. Sin embargo, cuando llega la noche –especialmente las de luna llena-, Dexter Morgan se transforma en un asesino en serie, capaz de cometer crímenes atroces que más tarde deberán resolver en la unidad forense del Departamento de Policía de Miami donde trabaja.
El actor Michael C. Hall da vida a “Dexter”, un papel que ya le ha valido una nominación a los Globos de Oro como Mejor Actor en Serie Dramática. Procedente de los escenarios de Broadway, Hall ya ha tenido un debut destacado en la pequeña pantalla en otra serie de culto, “A dos metros bajo tierra”, en la que daba vida a David Fisher, el hermano homosexual de la familia de funerarios. Michael C. Hall no es la única coincidencia entre “Dexter” y “A dos metros bajo tierra”. Las dos series comparten parte del equipo creativo, tienen a Michael Cuesta como uno de sus realizadores de cabecera y ambas son productos muy originales, rompedores y dotados de un preciosismo visual que, en el caso de “Dexter”, se subraya con el retrato que ofrece de la luminosidad y las tonalidades de una ciudad como Miami, escenario donde transcurre la acción.
La serie tiene, además, otros alicientes, como el hecho de ser fruto de la conjunción de tres talentos de la televisión actual: Daniel Cerone, responsable de “Embrujadas”; James Manos Jr., uno de los creadores de “Los Soprano”, y Drew Z. Greenberg, autor, entre otros, de los éxitos de “Buffy, Cazavampiros”, “The O.C., y “Smallville”, que han concebido esta nueva criatura televisiva a partir de la novela de Jeff Lindsay titulada “Darkly Dreaming Dexter”. Huérfano a la edad de cuatro años y guardando un trauma secreto desde la infancia, el personaje central de “Dexter” tiene una biografía bastante jugosa. El niño será adoptado por un policía quien pronto descubrirá las tendencias asesinas de su hijo. Para tratar de reconducirle, será quien le influya para canalizar su pasión por la vivisección humana en algo más constructivo que el crimen. Así es cómo Dexter se convierte en médico forense y como, siguiendo los pasos de su padre adoptivo, ingresa en el cuerpo de policía de Miami, como experto en analizar los rastros de sangre dejados por las víctimas. Sin embargo, el instinto asesino de Dexter no logra desaparecer, y el protagonista inicia la doble vida que le lleva a compaginar su trabajo como forense con su extraña adicción al asesinato, en este caso dirigido siempre a personas que están al margen de la justicia o cuyas vidas licenciosas les hacen merecedores de su particular escala moral para elegir a sus propias victimas. Es aquí donde se establece la grandeza del personaje y también el dilema principal de la serie, que invita a la audiencia a dejarse seducir por la personalidad del protagonista y a plantearse la disyuntiva entre el bien y el mal, entre Dexter o sus crímenes ilícitos.
Dexter Morgan supone una vuelta de tuerca muy interesante respecto los retratos de psicópatas habituales del cine y la televisión. En este caso, estamos mucho más cerca del Tom Ripley creado por la mano maestra de Patricia Highsmith, que del Norman Bates de “Psicosis”. Se trata de un asesino sofisticado, dotado de modales exquisitos, cierta ternura y habilidades sociales. Que no sienta realmente ninguna de estas emociones sólo acrecienta más su atractivo, ya que le convierte en un verdadero maestro del fingimiento, hábil para convencer a cualquiera. La serie ha obtenido un gran éxito en Estados Unidos, donde ya ha entrado en la exquisita categoría de producción de culto. Como prueba, baste citar sus candidaturas a premios como los Globos de Oro y los Emmy.
“Dexter” cuenta además con un extenso reparto en el que, junto a Michael C. Hall, podemos ver a Julie Benz (encarnó a Darla en varias temporadas de la serie “Angel”) como Rita, la madre soltera que se convierte en novia del protagonista, ignorando su doble vida; Jennifer Carpenter, como Debra, la hermana de Dexter; Eric King (“La búsqueda”, con Nicolas Cage), como el malhumorado sargento Doakes, quien no oculta su aversión por Dexter; Lauren Vélez (“Numb3rs”, “Médium”, “Ley y orden”), como la teniente María LaGuerta, jefe de la división criminal de la policía de Miami, y David Zayas (“Numb3rs”, “Ley y orden”, “The Closer”, “Michael Clayton”, el último filme protagonizado por George Clooney), en la piel de Ángel Batista, un detective con gran olfato para los temas forenses.
La complejidad de los casos, la presencia constante de Miami con gran escenario de la acción y la naturaleza de su personaje central hacen de “Dexter” la verdadera sensación de la temporada. En palabras de Michael Cuesta, realizador de varios epuisodios y productor ejecutivo de la serie “lo que nos gusta de “Dexter” es que puede ser real. Te puede resultar repulsiva su conducta, pero eso no evita que de alguna manera también te sientas atraído hacia él”.