Venga, vamos a intentar volver a la carga y hacerlo regularmente...
NO LICENCIADO de la semana - Ninja GaidenNinja Gaiden, originalmente conocido como
Ninja Ryukenden, es una serie de juegos de acción (ya sea en plataformas o como
beat'em up) de la conocida casa
Tecmo, protagonizada por el ninja Ryu Hayabusa, y conocida tradicionalmente por su primer título arcade y la trilogía original en NES que, posteriormente, sería re-lanzada en un cartucho recopilatorio en SNES con algunas mejoras (aunque sufriendo ralentizaciones y una absurda censura). Por su parte, Sega, bajo licencia de Tecmo, desarrolló 3 juegos para sus consolas de la época, de los que vieron la luz sólo dos, en Master System y Game Gear respectivamente. Cada uno presentaba distintas mejoras, nuevas historias o movimientos añadidos al repertorio del personaje, que les daban cierto carácter único no sólo con respecto al original de NES, sino también entre ellos.
Ahora bien, ¿qué fue del Ninja Gaiden de Mega Drive?
La respuesta obvia es que nos quedamos sin él. Según parece, el camino que llevaba el apartado gráfico no terminaba de convencer, y el juego recibió críticas importantes en las "previews" que se hicieron. Tras su cancelación, se filtró una beta que incluía todos los niveles pero que también adolecía de ciertos
bugs, consecuencia inevitable de una programación inacabada. Sin embargo, esta versión nos permite hacernos una idea bastante aproximada de cómo habría sido esa única entrega de la saga en la 16
bits de Sega.
Ya no estamos ante un plataformas de acción sino ante un
beat'em up, relativamente inspirado en el arcade original, con niveles y giros argumentables nuevos. Ryo debe viajar a Estados Unidos en su búsqueda de dos ninjas renegados que han robado un pergamino muy valioso para su clan. Eso y la presencia de algunos enemigos reconocibles son las reminiscencias principales del arcade. El juego también presenta "cutscenes", secuencias con imágenes de mayor tamaño y texto explicativo de la acción, como en los originales de NES y en las respectivas entregas de Master System y Game Gear.
En lo referente al citado aspecto gráfico, podríamos decir que se encuentra cercano al del primer
Streets of Rage, aunque seguramente con movimientos más suaves, y sin encerrar la barra de vida o puntuación en una caja en la parte superior de la pantalla (recurso que, imagino, servía para reducir el número de
tiles o algo así). Y esto puede que nos haga preguntarnos, ¿entonces, qué problema había? Bueno, principalmente que estábamos en 1992. La guerra de los 16
bits ya había empezado y las segundas y celebradas entregas de
Sonic y Streets of Rage ya estaban en la calle o a punto de estarlo, y mostraban un nivel técnico general muy superior. No es difícil ponerse en el lugar de Sega y pensar que, por más que se tratara de una recreación del clásico del 88, en el 92 no era un juego competitivo con los lanzamienetos de SNES. Claro que tanto antes como después de ese año hubo distintos títulos morralla, tanto en una consola como en otra, pero parece que Sega prefirió simplemente cancelar el proyecto ante las críticas recibidas.
Así mismo, los enemigos son lo suficientemente variados como para no aburrirnos pronto, y muchos escenarios tienen incluso efectos gráficos interesantes. No sorprenderán por su espectacularidad o innovación, pero si ayudarán a hacerlo todo un poco más entretenido. Sin embargo, los últimos niveles evidencian el estado inacabado del juego por su falta de esos mismos efectos. Una lástima.
Por lo que respecta a la banda sonora, no podemos hacer demasiadas críticas. Temas sencillos pero muy correctos, que acompañan perfectamente en los distintos niveles sin molestar o desconcentrar en ningún momento. Suficientemente pegadizos como para que recordemos algunas melodías o ritmos básicos, pero sin llegar a hartar. Claro que si comparamos esta música con la de los mencionados Sonic 2 o Streets of Rage 2, inevitablemente quedará en ridículo, aunque es normal teniendo en cuenta que hablamos de dos de los mejores y más emblemáticos títulos de la consola. Estamos ante unos temas musicales con abundante uso de los bajos, como en Altered Beast o Legend of Wukong, lo que tampoco es mala cosa. Se trata, así, de otro aspecto muy adecuado de este Ninja Gaiden, pero no mucho más.
Por su parte, los efectos de sonido sí son más criticables. Hay pocos y no se oyen todo lo altos que deberían. Esto podría no ser un problema si no fuera porque contribuyen a mermar la sensación de contundencia de nuestros golpes. Y es que, ¿por qué mola tanto repartir mamporros en los Streets of Rage? Hombre, en gran medida porque
suenan a mamporros. En este juego suenan un poco a la generación anterior. Definitivamente, se echa de menos una mayor riqueza de efectos, tal vez voces en el protagonista o en los enemigos.
El siguiente apartado que por lógica toca comentar es el de la jugabilidad. Los golpes básicos funcionan correctamente y contamos con un salto normal y otro "específico" para subir a cornisas o alturas superiores, bajar de ellos, etc; la patada en salto, sin embargo, no parece disfrutar de detección de colisiones en esta beta: podemos saltar y pulsar ataque y ejecutaremos el movimiento, pero nunca o casi nunca acertaremos; podemos rodar para evitar determinados golpes y también realizar un ataque especial, adecuado para cuando estemos rodeados y que, como era tradición en esta clase de juegos, nos consumirá aglo de vida; por último, y contrariamente a lo que pueda parecer durante nuestras primeras partidas, la llave con salto sí está ahí, pero no me preguntéis cómo se hace porque aún no he descifrado el extraño misterio de su ejecución (vamos, que alguna vez me ha salido y no sé ni cómo). Pero el gran problema es el movimiento básico, es decir, caminar de un lado a otro de la pantalla. Y es que el control se va hacia abajo sí o sí. Para mantenernos en la parte superior del escenario tendremos que mantener pulsado arriba. Una auténtica lástima.
Como ya habréis deducido, no estamos ante ninguna joya de la corona, pero sí ante una beta de lo más interesante. Personalmente me parece una pena que no se siguiera adelante con su desarrollo, ya que podría haber sido un
beat'em up muy correcto en caso de estar bien programado todo el control, incluso aunque hubieran dejado tal cual el resto de apartados: gráficos y sonido no son malos, simplemente no llaman tanto la atención como tal vez deberían. ¡Qué forma de tirar un trabajo a la basura!