Rachas fuertes de vientos fríos. Se espera mal tiempo para el resto de la semana. Aún así hay una feria, y en la feria tanto viento como en cualquier otra parte. También está el hombre, sin nombre al principio pero con barba de tres días. En la feria hay muchos hombres y mujeres, pero éste en concreto nos interesa paricularmente. Quizá porque hoy es jueves o porque se espera mal tiempo para el resto de la semana, el hombre, sin nombre al principio, pasa desapercibido para la gente que pasa. ¿Qué pasa? ¿Porqué no le hacen caso?. El caso es que el hombre lleva una cazadora vieja que no es suya. O no lo era antes de que se la pusiera por vez primera, hace tres noches a partir de una noche cualquiera.
La gente pasa y no hace caso, y pasar pasa tranquila mirando y señalando, diviertiendo y siendo divertida, porque hoy es jueves y esto, señores, no deja de ser una feria. Diversión para todos, que dicen los carteles. Diversión para padres e hijos. Diversión en familia. El hombre no se divierte aunque tiene familia. Y el caso es que la tiene, pero no la tiene, porque está lejos. Muy lejos. Y él aquí, peor aún que un hombre cualquiera porque nadie se fija en él. Nadie ve que en realidad sí tiene nombre, aunque no sepamos pronunciarlo, y que habla, aunque ahora no pueda más que ahogar un susurro vacío y triste debido al frío, al hambre y al hecho de que no se divierte.
Este hombre, con nombre que no sabemos pronunciar, lleva barba de tres día, más o menos cuando pudo pasarse por la parroquia esa del comedor donde a veces es persona con un tazón entre las manos. Más o menos desde que salió de esa parroquia y una chica de gorra azul le tendió una cazadora. Vieja, tirada en una bolsa o apoyada quizás en la puerta de algún lado. La cazadora que otro hombre había dejado de utilizar. Nuestro hombre dio las gracias en su momento, quizás en un idioma que no podemos entender.
Y hoy está aquí, en la feria, sin divertirse debido al frío, y a que su familia está muy lejos, mientras piensa en ellos e intenta juntar unas monedas al grito vacío y helado de "Mecheros por un euro"