Pues así a botepronto la grandísima mayoría de coleccionables que no aportan nada, como en los primeros Assanin´s Creed (no he jugado ninguno desde el Black Flags). También los típicos millones de puntos por descubrir en mapas gigantes, mira que dejo pocos juegos a medias, pero con el Howarts Legacy acabé desistiendo, qué repetitividad. Otra cosa que odio mucho mucho son los juegos con infinidad de finales los cuales requieren de pasarse el juego completo de nuevo, y a día de hoy bien poquitos juegos que utilizan este recurso me han parecido suficientemente interesantes como para hacer esto (Fire Emblen Three Houses y muy poquitos más).
Pero quizás uno de los juegos que más me molestó, porque me estaba encantando (y la saga me encanta) es el primer Bravely default, en el que te tienes que volver a pasar determinadas cosas nada menos que SIETE veces, sin aportar prácticamente nada de nada ninguna de ellas.