Pues precisamente, si un amigo me lo presta, lo leo y si no me gusta, pues lo digo, (como ellos me lo dicen a mí, sin ningún tapujo) y le preguntó qué le gusta de ese libro y por qué.
La moraleja me viene de una anécdota que ocuurió en mi grupo de amigos hace ya años. Uno de ellos le prestó a otro la trilogía del señor de los anillos, y el chaval dijo que se lo había leído y que le encantaba (creo que más por pedantería que por no herir al amigo, ¬¬). A los pocos minutos, se descubrió que había leído el primero y los dos primeros capítulos del segundo (o algo así) tras unas sencillas preguntas (qué te parece la parte de tal, qué opinas de lo que hace éste, etc).
También es cierto que no todas las relaciones entre las personas son iguales, y todos pensamos de manera distinta. Yo no pienso que al decirle que no me gusta el libro, le duela más que que le mienta y me descubra, pero entiendo tu forma de pensar y que una persona vaya toda ilusionada, te dé lo que más le gusta y le digas que es basura absoluta. Y tampoco he estado en la situación de que alguien me presta un libro que adora mucho y no me haya gustado.