Mi Mundo

Miro a mi alrededor. Un barullo de gente me persigue armando un fuerte escándalo. ¿Por qué no se callan? ¿Qué les he hecho para que me hagan esto? Tan sólo una desdichada alma más perdida en este mundo de locos. ¿Por qué han de tomarla conmigo? No me dejan escuchar a los demás, por su culpa pierdo los momentos más importantes de mi vida. Quisiera que callasen, que me dejasen en paz… Aunque, ahora que lo pienso, no sé si son ellos o soy yo. ¿Soy yo el que piensa que me molestan? ¿El que se retrae a sí mismo en un mundo aparte? ¿O son ellos los que en realidad molestan?

Con estas preguntas retumbando en mi cabeza me voy… No sé si podré pensar sobre ello, pues aún no ceso de oírlos.
Qué inquietante...me hace pensar en alguien que vive en una gran ciudad y que está muy hasta las narices de todo, que igual le da la vena y se va a vivir al campo en plan abuelo de Heidi. Joer, es que a veces sí que dan ganas de mandarlo todo a la mierda.
Pues eso, que me ha gustado tu relato-reflexión. ;)
Gracias por comentar. Si es verdad hay veces que te gustaria mandar todo a la mierda pero hay que seguir...
 
A ver si me animo y escribo algo nuevo
 
Adios :) 
No está mal, aunque quizá demasiado simple para mi gusto.

A mí me da la sensación también de que el que lo escribe está rodeado de una multitud que grita, tose, habla y ríe alrededor del protagonista. Él está en el centro, iluminado, y el resto está más oscuro. Da la impresión de que está en una ciudad por el tópico de que en las ciudades vamos siempre estresados y no tenemos un centímetro de calle libre para respirar, pero también podría ser un pueblo ya que el tópico de éstos es que hay muchos cuchicheos y se entrometen en la vida de uno.
3 respuestas