Hoy no desperte,
me quede dormido esperando algo...
quizas un deseo.
Se cerro la noche perseverando en su proposito ciego,
reclamando mi aliento,
palpando mi nombre que ya no existe.
No siento ni frio, ni calor, ni miedo
porque ya no puedo percivir,
descrivir,
admitir mi estado.
Se ha plegado el mudo,
y su hijo bastardo se llevo el olvido.
Ya es tarde,
ahora es pronto
mañana es nunca...
CHIMO