El disparo coincidió con el gran trueno, haciendo el ruido de éste imperceptible el sonido producido por el arma en las habitaciones cercanas. La bala se alojó en el centro de la frente de la víctima que ahora yacía inerte sobre su cama. Acababa de ocurrir un asesinato.
A la mañana siguiente...
LUNES
El despertador emitió su agudo sonido a las 7:50 horas. Un despertador por cada habitación y todos sonando al unísono. A las 8:00 horas los picaportes de cada puerta estaban girando. Las puertas de las 8 habitaciones, cuatro a cada lado del pasillo, se abrieron y sus inquilinos salieron. Unos estaban mucho mas despiertos que otros, pero todos habían salido de sus habitaciones tan pronto esa mañana para ir juntos a la gran habitación del fondo del pasillo con la intención de felicitar el cumpleaños a la persona gracias a la cual habían conseguido el gran caserón de campo de su acaudalada familia. Así, celebrando el cumpleaños, disfrutarían aquellos últimos días antes de regresar a sus vidas cotidianas en la facultad.
Todos avanzaron por el pasillo. Procuraban ir pisando con las punteras para hacer el menor ruido posible. Querían evitar despertar a Sheila antes de abrir la puerta de su habitación. Lo que todos ellos desconocían en esos instantes previos era que por mucho ruido que hubieran hecho, Sheila jamás se hubiera despertado.
Llegaron al final del camino, donde se alzaba la doble puerta que daba acceso a la habitación. Los ocho se colocaron apretados para estar apoyados en la puerta, accionaron los picaportes y la abrieron de par en par. Algunos cayeron en el suelo, otros tropezaron y dieron una gran zancada para evitar pisar a sus amigos… a la vez que todos gritaban juntos ¡¡¡¡Feliz Cumpleaños!!!! Esa era la sorpresa que le tenían preparada, pero la sorpresa se la acabaron llevando ellos. La chica que mas adelantada había quedado soltó un angustioso grito de espanto y dolor. Acto seguido los caídos se reincorporan y sus joviales caras tornaron en expresiones de dolor y sufrimiento. Allí, frente a ellos, observaron con horror la cara de Sheila, una cara con la boca abierta, ojos inexpresivos, perdidos y en la frente un orificio por el que manaba un pequeñísimo reguero de sangre que bajaba entre la nariz y un ojo para ir depositándose sobre las blancas sábanas dejando un surco de roja sangre.
Desde la parte de atrás del grupo de amigos, María corrió hacia la cama y comenzó a menear violentamente el cuerpo de Sheila mientras gritaba su nombre. Al mismo tiempo Rubén gritaba - ¡No la toques!-, pero María no hacía caso. David avanzó y agarró a María diciendo - ¡Déjala! Todo es inútil, esta muerta- . En ese instante Lucía, Sara y su hermana pequeña Silvia cayeron desoladas y destrozadas sobre el suelo. Mientras David agarrara a María, Cristian había salido corriendo al teléfono para avisar a la policía, pero antes de llegar al salón para poder usarlo, en su apresurada marcha, había calculado mal en las escaleras y cayó, dándose un gran golpe que lo dejara inconsciente durante unos instantes. A la vez, Miguel no pudo aguantar durante más tiempo y se vio obligado a entrar en el baño de la habitación de Sheila, pues los efectos de la salmonelosis que sufría desde hacía unos días y, que parecían intensificarse con el tiempo, pasaban factura.
Algunas horas mas tarde…
Como veis esto es la introducción, por llamarlo de algún modo. Es lo primero que escribí en serio, mi estilo ya veo yo que no utiliza una prosa muy grandilocuente, pero bueno intento ir poco a poco.
Espero vuestras opiniones.
Saludos