Hola, gente. No sé muy bien por donde empezar, así que comenzaré por presentarme...
Soy un chico de 19 años que ha padecido de una vida bastante alocada y con muchos giros desde su infancia. Dejé el colegio en 1º de ESO sin haber repetido ningún curso por problemas familiares y personales; se me juntaron muchas cosas. A pesar de ello, se me daban bien los estudios.
Desde aquella etapa del colegio no he realizado algo producente académicamente. Hace unas semanas me puse con la ESO. También estoy visitando a un psicólogo con bastante reputación. Éste me ha dicho que para la próxima vez que lo vea, escriba una especie de texto sobre mi historia, narrándolo en 3ª persona, diviéndolo en capítulos como si de un libro se tratara y expresando todos aquellos sentimientos guardados que no pude exteriorizar en su momento.
El caso es que... Bueno, llevo muchísimos años sin escribir (desde el colegio) y con el cerebro oxidado por no haberle dado una mínima actividad. He estado meditando sobre como iniciar este "relato", y bueno... Para mi sorpresa, me está gustando. O sea, no el relato, sino el hecho de escribir. Me llena y me satisface. Pocas veces he sentido algo así, y la verdad es que me motiva.
Quiero dejaros el "prólogo" que he escrito para que le echéis un vistazo y me digáis que tal lo veis o qué me recomendáis. Sólamente me gustaría que me dierais eso, vuestra opinión. Espero que no sea mucho pedir después de haberos echado esta parrafada...
Muchas gracias---------------------------------------------------------------------------
Prólogo
¿Te has preguntado alguna vez que sería de tu vida si en vez de tomar cierta decisión, hubieses tomado completamente la contraria? Estoy seguro de que no solo te habrá pasado una sola vez, sino multitud de ellas. A lo largo de tu existencia, se te habrán presentado innumerables situaciones en las que no habrás tenido más opción que optar o por A, o por B. Es ley de vida, como suelen decir ante algunas circunstancias nuestros seres más próximos.
Sin embargo, existen otro tipo de decisiones a las que yo llamo "inevitables". Se tratan de esas que parecen haber sido colocadas en nuestro camino desde que nacemos para cambiar abruptamente el rumbo de nuestra vida. Generalmente, estas decisiones que nos obligan a recorrer cierto camino casi forzosamente, pueden venir impuestas por nuestros familiares. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, es el azar quién se encarga de traernos estas decisiones tan imprevisibles. Y cuando el azar llega, también llegan los lamentos: "¿por qué me ha tenido que pasar a mí?" "¿por qué ahora?". Intentamos buscarles desesperadamente una explicación que explique nuestra desdicha, cuando realmente, no hay ninguna. Es el precio a pagar por vivir, y todos lo pagamos. Nadie se libra del azar.
Pero... ¿Te has parado a pensar alguna vez hasta qué punto podría llegar a cambiar una vida? No son cosas fáciles de imaginar, a no ser que tú hayas sido una de sus víctimas. El poder del azar es tal, que es capaz de recolocar una vida en sentido contrario. De la felicidad, a la desgracia; del amor, al odio; de la vida, a la muerte.
En este texto quiero exponerte a uno de sus afligidos; un chico que fue presa del orden aleatorio al que estamos sometido todos y que fue víctima y carnicería de él. Esta es su historia, la historia de un chico llamado "X".