Sé que es una carta de amor un poco extraña, al menos para mí.
Cuando te veo, me siento extraño. No sé, te quiero desde hace mucho tiempo, me da rabia verte sin tener el suficiente valor como para decirte ni hola. Me alegras el día al verte sonreír, cuando todo va mal y no tengo motivo ni para seguir viviendo. Eres como para mí el Sol, el oxígeno que necesito para vivir. Quiero que seas feliz y puedo hacer cualquier cosa por ello.