Yo estuve hace un par de años, de luna de miel. Digamos que fue la contrapartida por acceder a realizar un "bodorrio" tradicional. Mi mujer montó la boda que le apetecía, yo escogí el destino del viaje.
Pues mi mujer volvió del viaje encantada, incluso más que yo.
Paseando por Ueno encontramos unos recreativos de los de antes, con máquinas genéricas viejas y hechas polvo, con clásicos de los 90, sólo faltaban los gitanos en la puerta. Los mayoría de los japoneses (todos fumando, por cierto) jugando al... ¡COLUMNS! como posesos. De los veinte muebles que podría haber, media docena eran diferentes versiones del Columns.
Ahí que entramos pese a la cara que puso la mujer y la que pusieron los nativos al vernos entrar. Una partidita VS al Columns 3 y a seguir paseando.
Inolvidable.