La última adquisición de Microsoft tras la
compra de Minecraft no está relacionada con su división de videojuegos, al menos directamente. La propia compañía de Redmond ha emitido un comunicado en su
blog oficial en el que se refleja la compra de la
startup israelí
Aorato.
Takeshi Numoto, Vicepresidente Corporativo de Marketing para la nube de Microsoft, ha explicado en el comunicado que la adquisición de Aorato tiene como objetivo conseguir que los clientes estén en un nuevo nivel de seguridad, "ofreceremos mayores opciones de protección tanto para las instalaciones como para la nube, algo fundamental para nuestra estrategia global de nube híbrida".
La compañía Aorato utiliza un sistema de aprendizaje automático que es capaz de detectar las actividades sospechosas que se producen dentro de una red para discriminarlas de las acciones que no resultan maliciosas. A partir de ese momento se ponen en marcha las medidas de contención para conseguir una protección total frente a esas trazas sospechosas.
Según Microsoft, la clave del éxito de Aorato es controlar siempre y de forma actualizada en tiempo real tanto las personas como las máquinas que acceden a Windows Server mediante Active Directory. Recordemos que el
Active Directory es la infraestructura que se utiliza en las empresas para controlar básicamente el acceso de los usuarios, así como los permisos para poder acceder a ciertos recursos compartidos del servidor entre otras funcionalidades.
A partir de ahora los ingenieros y los algoritmos de Aorato pasarán a formar parte del sistema de Active Directory dedicado a la nube, todo a través de la plataforma
Azure de Microsoft. Desde Redmond se muestran muy entusiasmados con la compra de esta
startup y prometen ser punteros en la era de los dispositivos móviles y de la utilización masiva de la nube.
Aunque desde la propia Microsoft no se ha ofrecido una cifra concreta del precio que ha costado la adquisición de Aorato, algunas web especializadas como
Techcrunch,
Globes o
The Wall Street Journal señalan que el montante de la operación puede haber ascendido a los 200 millones de dólares.