Microsoft ha presentado una demanda contra Samsung Electronics alegando que los coreanos han incumplido las condiciones de un acuerdo de patentes. La denuncia se refiere a un
trato para compartir licencias firmado en 2011 que exige a Samsung el pago de una cantidad fija a Microsoft por cada dispositivo Android vendido.
La firma de Redmond mantiene acuerdos similares con otros OEMs Android, permitiendo utilizar las propiedades intelectuales de ambas compañías a cambio de
royalties. No obstante, Microsoft asegura que los pagos por parte del fabricante coreano cesaron a finales de 2013, coincidiendo con la
adquisición de Nokia.
"No nos tomamos a la ligera emprender acciones legales, especialmente contra una compañía con la que hemos disfrutado de una sociedad larga y productiva", escribe desde el
blog de la compañía demandante David Howard, vicepresidente corporativo y asesor general. "Por desgracia, incluso los socios están en desacuerdo a veces".
"Tras pasar meses intentando resolver nuestro desacuerdo, Samsung ha dejado claro en una serie de mensajes y discusiones que tenemos un desacuerdo fundamental respecto al significado de nuestro contrato". Howard continúa asegurando que Samsung utilizó la compra de Nokia como excusa para romper el contrato, pero que no llevó el asunto ante los tribunales "porque sabía que su posición no tenía fundamento".
El directivo de Microsoft también señala el gran aumento del mercado de los
smartphones como una razón para que Samsung dejara de honrar el acuerdo. "Samsung predijo que tendría éxito, pero nadie imaginó que las ventas de teléfonos Android aumentasen tanto".
Por su parte, Samsung ha declarado a
The Verge que está evaluando las alegaciones de Microsoft para actuar en consecuencia. "Revisaremos la queja en detalle y determinaremos las medidas apropiadas en respuesta".