A pesar de que hay
excepciones, históricamente las consolas de videojuegos se han vendido con pérdida para la compañía que las fabrica, que lo compensa con la venta de juegos, accesorios y suscripciones a los servicios en línea. Sony y Nintendo
perdían dinero por cada PlayStation 4 y Wii U despachada, mientras que Microsoft con Xbox One estaba en un
punto de equilibrio, una situación similar a la que posiblemente se encuentra
Xbox One X.
Business Insider ha preguntado a Phil Spencer, jefe de Xbox, si Microsoft obtendrá algún beneficio por cada Xbox One X vendida y su respuesta ha sido “no”. Cuando ha sido presionado por aclarar si esto significa que la compañía pierde dinero por cada consola despachada, Spencer réplica que él “no lo diría de esa manera”, pero sin entrar en más detalles.
“No quiero meterme en números, pero debes saber que en el negocio de las consolas la parte del hardware no es en la que se hace dinero”, dice Spencer. “Donde se obtiene dinero es en la venta de juegos”.
Microsoft podría vender Xbox One X en punto de equilibrio, sin ganar ni perder dinero por unidad despachada. Pero es una cuestión de tiempo que precio de sus componentes baje lo suficiente como para que cada unidad vendida deje beneficios en la caja de la compañía. Xbox One X no es una consola económica, pero tampoco lo es el hardware que integra ni su diseño, ya que estamos ante el modelo de Xbox más pequeño de la historia.
Las especificaciones, características, prestaciones y precio de la consola son conocidos por todos, pero, ¿cómo es su interior? Nadie mejor que Leo del Castillo, ingeniero responsable de hardware en la división Xbox, para enseñar cada una de sus piezas y demostrar lo sencillo que puede ser ensamblarlas para montar una Xbox One X en pocos minutos.