Google reveló el mes pasado que estaba trabajando en una tecnología que permitía seguir la actividad de los usuarios denominada
AdID y que sustituiría a las
cookies de navegador. Microsoft se ha sumado a la tendencia y está considerando una alternativa propia para observar la actividad del usuario en “ordenadores de sobremesa, tabletas y smartphones con Windows”, así como en Xbox o servicios como Internet Explorer y Bing.
“Microsoft cree que ir más allá de las cookies es importante” dijo un portavoz de la compañía. “Nuestra prioridad será encontrar la manera de hacerlo respetando los intereses de nuestros consumidores.”
Las
cookies son pequeños archivos de código que las compañías utilizan para monitorizar a los navegantes a través de la red y ofrecerles contenidos personalizados. Aunque muchas empresas de publicidad en Internet se basan exclusivamente en las
cookies, estos archivos están en peligro de extinción. El navegador Safari y las nuevas versiones de Firefox los bloquean por defecto, e incluso el Internet Explorer evita que las webs averigüen nuestra localización para almacenarla en una cookie.
Todavía no tenemos detalles exactos de la tecnología que baraja Microsoft para sustituir a las
cookies. De forma esencial, Microsoft podrá identificar los dispositivos con los que interactúa el usuario y sus hábitos de uso, haciéndose responsable único de la información obtenida. Este es el caso contrario al de las
cookies, cuyo estándar no es propiedad de ninguna empresa y permite todo un ecosistema comercial alrededor de la compraventa de información del usuario.
Desde hace años, la industria publicitaria ha estado presionando a las compañías tecnológicas para desarrollar sistemas que superaran a las
cookies debido a que no pueden utilizarse de forma unificada entre dispositivos móviles y de sobremesa. Esto impedía, por ejemplo, conocer si un
banner visto en un ordenador provocaba la compra de un producto en un
smartphone.
Parece evidente que el objetivo de las grandes empresas en los próximos años será la creación de un estándar de monitorización propio. Esta tecnología generará suficiente información como para que los anunciantes no tengan más remedio que utilizar sus canales para llegar a la audiencia.