Ahora mismo estoy escribiendo estas palabras casi temblando, me cuesta respirar y mucho más pensar en condiciones. Sé que es una situación temporal y que se me pasará pero dios, ahora mismo no puedo quedarme así, necesito desahogarme de alguna manera, necesito escuchar algunas palabras, sentir algún contacto con el mundo exterior.
Como expongo en otro hilo últimamente me ha entrado una obsesión enfermiza por el pelo, me lo miro constantemente y es que por el lado derecho parece que me estoy quedando calvo. Al parecer he depositado una obsesión enfermiza en él y solo el imaginarme tener que raparme me produce un horrible terror . Y ahora me diréis, oh dios, ¿esos son tus problemas? Bueno, detrás de cada obsesión hay obsesivo detrás y detrás de cada obsesivo hay pozos de insatisfacciones y de terror. Dios es que odio tener que depositar la razón de mis miedos en algo tan banal y no preocuparme en lo que realmente me importa. Me siento como si perdiera mi fuerza debido a esto, me debilita. Soy una persona terriblemente débil. Este verano lo he pasado fatal, me he sentido solo y siempre inseguro. Nunca tengo los pies en la tierra, una tierra calmada, una rutina que pueda llevar tranquilamente con mis satisfacciones y mis obligaciones. Cuando no tengo problemas siempre intento buscar algo que me satisfaga, alguna esperanza, una maldita luz, y allí dejé el amor, pero se fue difuminando y difuminando hasta dejarme vacío. Y ahora no puedo estar simplemente vacío, ahora ha llegado esta obsesión que me está matando, no puedo dejar de mirarme el pelo, mirar el increíblemente deforme lado derecho. Pero... por qué me obsesiono? Quizás porque no tengo nada en lo que depositar mi atención? Pero es que no puedo, una vez obsesionado... qué me saca de aquí? QUÉ? es como una espiral que te va hundiendo y hundiendo y hundiendo y cada vez ves menos, y ya no veo esa luz, ya no veo la esperanza. Veo la belleza pero opaca, no puedo acceder a ella, solo accede a mí el lado de la belleza que me provoca frustración y deseo por no poder acceder a ella en su totalidad. Me llega el lado negro de la belleza, el dolor, el más profundo y brutal dolor, pero la veo.
Ahora mismo solo siento que puedo liberarme de la espiral si la destrozo, pero el solo hecho de pensar que el tema de mi pelo solo se arreglará al raparme me produce un terror insoportable. Ahí llegan mis inseguridades y la obsesión más grande que puede haber, con la forma que tengo de cara, mi frente parece enorme al igual que mis orejas y se resalta todo aquello que siempre he odiado de mi físico. He hecho de mi pelo un refugio y ahora la obsesión lo engrandece hasta límites increíbles, es todo psicológico, soy muy consciente de ello, soy perfectamente consciente de ello, pero no le puedo hacer nada, el dolor esta ahí, el sufrimiento está ahí, soy demasiado débil y cada vez más y cada vez me hundo más y no me veo capaz de enfrentarme al mundo. Ahora además empiezan los estudios, lo que me hunde aún más porque tengo que tener el cerebro alerta y más aún en segundo de bachillerato. Pero simplemente me veo incapaz de poder enfrentarme y eso es otro peso que se me hunde encima.
Me siento vacío y lo que tengo que bien podría ser algo en una vida normal, más de lo que hubiera deseado hace años pero menos de lo que tenía hace unos meses (lo que me hunde más por haber podido vivir algo que ya no tengo) no puedo disfrutarlo. No me veo capaz de leer, ni de ver películas. La música solo consigue agrandar la belleza, pero agrandar el sentimiento agrio de la belleza, el sentimiento doloroso, la frustración, el vértigo, el dolor, ese dolor tan punzante como un torniquete apretando fuere, muy fuerte en el corazón, maldita sea.
Sé que esto es algo transitorio es posible que me tranquilice en los próximos minutos horas o que se yo. Pero ahora mismo siento una ansiedad que me entran ganas de tirarme por la ventana. No puedo en mí y no tengo nada que me pueda satisfacer en estos momentos, ni siquiera sé si soltar este tocho me podrá significar lo más mínimo.