Todos y cada uno de los pelos de mi cuerpo,
cuando te vi por primera vez se erizaron,
y así se quedaron,
llenos de energía y cargados,
todo por que tus ojos en mi se quedaron clavados,
y me dejastes tocado.
Siendo como si millones de enanos,
de mi estomago tirasen cada uno pa su lado,
esa sensación de plenitud,
de satisfacción
de que en mi te hayas fijado.
Eres tu y no lo sabes,
quien me alimenta con sus miradas,
quien por mi vela por sus sonrisas,
por tus susurros y consejos.
Susurros que muy suaves formulados,
servirán para que te siga de lado a lado,
mil besos te daría,
de noche y de día,
mil besos nada mas,
para que a cada segundo del día,
en mi pensases,
y no pudieras olvidar.