Mil rosales y una espina

Rozando ventanas y edificios
acaricia del árbol las hojas,
recorriendo ciudades, océanos,
montañas, arenas rojas.

Llevando voces, olores, recuerdos,
me trae tu mirada,
me trae tus caricias,
me trae tus palabras.

Y dormido en la niebla,
espero a que vengas
a taparme con tu manto,
que de frío la piel se me quiebra.

Mil rosales y una espina
entre tantas me he clavado,
mil cuchillas y una espada
entre todas me ha matado.
Los dos poemas estan bien, pero me quedo con este. Me encanta el final, rotundo y con una preciosa imagen de dolor y muerte del alma.

Saludosss
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