Juegazo.
Me acuerdo que cuando salió mi primo se lo pidió a mi madre por su cumpleaños, y la pobre se hartó de buscarlo y ya estaba agotado, aunque de aquellas estas cosas se compraban en cuatro sitios. Una pena porque hoy podría ser yo su dueño.
Contada la batallita, mi enhorabuena, ahora a disfrutarlo.
Saludos.
P.D: Al final le regalamos el Yie ar kung fu.