Mirar por el ojo de la cerradura a menores de edad

En el pasado había ciertas prácticas mal vistas. Por lo menos eran rechazadas si se hablaba en público de ellas. Alguien que se paraba a escuchar la conversación de otros o que ponía la oreja detrás de la puerta para oír lo que hacían en una habitación, por muy mundano que fuera. Parece que la curiosidad de algunos siempre ha ido un paso por delante de su decoro.

Eran comportamientos ocasionales. Nadie que no tuviera una rara filia era permanente con esa forma de obrar. Quizás todos en algún momento hemos caído en la tentación de fisgar algo u a otros. Ver lo que habían escrito en una hoja, mirar el móvil de la novia o el novio, escuchar la discusión de los vecinos, poner toda la atención en la acalorada disputa de dos extraños. A pesar de ello siempre hemos sabido que estaba mal y que no nos incumbía. ¿Qué coño nos importan sus circunstanciales asuntos? Lo borras de la memoria tan rápido como ha surgido. Son hechos aislados, momentáneos, no perduran más que en un abrir y cerrar de ojos.

En cambio Youtube nunca supone el olvido. Subes un vídeo y lo verá mucha gente, quizás mucha más de la que esperas, de cualquier lugar y condición. Tu intimidad se acaba, tu privacidad se termina. Cualquiera puede copiar tu vídeo y quedárselo o cogerlos y mostrárselo a otros mediante otros canales. Si eres mayor de edad eres completamente consciente de ello, tienes la suficiente edad para saber las consecuencias de tus actos. Pero quizás siendo menor no eres tan prudente al exponer tu vida, tus pensamientos, tus sensaciones y tus ilusiones en internet. Desnudando el alma sin utilizar un apodo y mostrándote en tu hábitat y con tu cara delante de la pantalla del ordenador.

Si por lo menos hubiera filtros que puedas utilizar para hacerlo todo más fácil y seguro. Pero no, constantes insultos, calumnias, amenazas veladas, verdaderos depravados que auspiciados por el anonimato dicen la primera salvajada que se les ocurre. Pude ver el otro día un vídeo de una chica que hablaba sin malicia ninguna sobre que le daba igual que muchos de sus followers vieran sus vídeos “para hacerse pajas”. Parece ser que había criticado a un Youtuber muy conocido y los seguidores de este la atacaron a ella por simpatía a su amado líder. El colmo de la estupidez. No obstante Youtube no toma ninguna carta en el asunto y deja que a una menor de edad le digan barbaridades mediante su portal de negocios privado. Si eso es libertad de expresión, tenemos un problema de inteligencia y sobre todo educación.

No ya por las cuestiones graves, esos menores crean una puerta online a sus vidas que puede crear luego consecuencias para sus vidas reales. Cuantas veces habrá habido linchamientos online contra tal o cual persona, que pueda incluso tener secuelas para su vida diaria. Si la relación entre diferentes en ese foro es agresiva, descalificativa y bastante cobarde. El anonimato de todos menos la que enseña el rostro da pie a ello.

No sé hasta qué punto este comportamiento de exponerse puede hacerle bien o mal a la persona. En esta vida hay que ser cauto o quizás hay que dar rienda suelta a lo primero que se te ocurra, sin preocuparte demasiado por ello. Habrá quienes ganen confianza en sí mismos, pero también tiene que haber quienes la pierdan. Día tras días leyendo barbaridades sobre tu persona en los vídeos que editas. Siguen siendo menores de edad por muy listos y preparados que se sientan. Incluso habrá padres que no les importe o que accedan a dejarles poner vídeos. Es una sensación de indefensión y vulnerabilidad la que veo en esta gente, lo poco que he podido ver. No me ha gustado ni verme a mí viendo sus vídeos. Vas a mirar otras cosas y hay búsquedas automáticas que no te interesan para nada. Pinché en el vídeo de una chavala y me quedé flipado ya con el comentario más votado, lo que me incitó a seguir mirando. Cuantos habrá que se queden mirando con la misma sensación de estar fisgoneando por el ojo de la cerradura en la habitación de una niña o adolescente.