Bueno, leos el prologo antes de este capitulo para enterderlo bien...
-¡Abuelo!- Grito Teseo asomando la cabeza por la escotilla, al ver que no recibía respuesta entro decidido al desorganizado taller. Si Teseo hubiera conocido el relato de Ali Baba sin duda afirmaría que estaba en la mágica cueva. A su alrededor se amontonaba toda clase de mecanismos, motores, VTs, incluso números centinelas de varias clases. Teseo observo el reflejo distorsionado de su rostro en el enorme ojo dorado de uno de ellos, el mecanismo de este rotó sobre si mismo provocando el salto de asombro de Teseo.
-¿Eres tu Teseo? - pregunto una voz desde el interior del centinela- hazme un favor, vuelve a empujar la lente hacia dentro- Aunque desconfiaba Teseo empujo la dorada lente a su posición inicial.-!ya te veo Teseo!-dijo la voz del anciano- El sistema de digitalización funciona aun- la sección superior del centinela se desplazo hacia atrás, dejando a la vista decenas de cables, entre ellos surgió la canosa cabeza de un anciano- los ojos son particularmente sensibles a los IE, resulta difícil encontrarlos en buen estado-
El anciano extrajo su escuálido cuerpo del centinela para sacudirse vigorosamente el manchado mono que llevaba.
-Pero dejemos esto…- dijo mientras atravesaba una doble compuerta hacia la zona que lindaba con el puerto superior- por fin los he conseguido....-
Teseo miro curioso sobre el hombro del anciano. En la gran sala, por antigüedad, se almacenaban suspensores, generadores y demás piezas que los mecánicos daban por perdidas y enviaban a Doménech como ultima esperanza, las manos del anciano tenían la mítica fama para reparar estos artefactos, no en vano el había modificado y reparado todas las naves que habían conseguido rescatar de las ruinas desde hace cuarenta años. En un rincón, sobre plataformas de transporte descasaban los cuerpos de dos centinelas, sus miembros habían sido arrancados de forma contundente y estaban cubiertos por lonas.
-Abuelo… -Dijo Teseo decepcionado- Solo son dos centinelas rotos…-
El anciano le miro con una sonrisa y se acerco a los centinelas, con un rápido moviendo arranco la lona que los cubría.
-Dime… ¿Puedes identificarlos?- Pregunto el anciano-
Teseo se acerco a los centinelas y los inspecciono con detenimiento, los rodeo y busco las señales que diferenciaban a los diferentes modelos, pese a ser similares externamente Teseo sabia que los centinelas estaban adaptados a diferentes tareas.
-Parecen ser modelos de ataque….-Dijo Teseo- no son antiguos… 10, 15 años quizás… ¿Qué tienen estos de especial? - pregunto extrañado- tienes miles de ellos en los niveles inferiores, de cuando atacaron la ciudad…-
-Si, pero como te he enseñado, la mayoría de ellos están destruidos por las VT, el resto en cambio, están intactos externamente, pero su núcleo de procesamiento queda dañado completamente por haber sido alcanzados por un IE. Estos dos son especiales- El anciano acerco un carrito con varios aparatos, desplegó con destreza un pequeño panel en el frontal del centinela y conecto en este un monitor- mira…
El monitor dio una imagen de una recta que comenzó a temblar y a multiplicarse, en pocos instantes el monitor era un conjunto de líneas paralelas que subían y bajaban a gran velocidad.
-¡Esta vivo!- grito Teseo con sorpresa- ¿Cómo pudieron capturarlo?
-Estos dos centinelas fueron los que el elegido detuvo con el poder de su mente, después de que destruyesen la Nebuchadnezzar –Contesto Doménech- Fue Morfeo quien me dijo donde encontrarlos, convencí al consejo para recuperarlos y crear una escultura con ellos aquí, en Zion, aunque como imaginas esa no es la verdadera razón… necesitaba sus núcleos neurales… -
Doménech y Teseo contemplaron el monitor con fascinación.
-¿A que te recuerdan estas líneas?- pregunto Doménech-
-Parecen… parecen… un encefalograma…- Contesto Teseo, había visto esos aparatos en el Hospital en las revisiones anuales, por alguna razón le sometían a esa prueba todos los años-
-Si… aun no he podido estudiarlos en profundidad… pero sin duda tienen un diagrama similar al del cerebro humano – Doménech acaricio su calva pensativo- Sabemos que las maquinas fueron creadas por los humanos… su IA era inicialmente una replica del funcionamiento de nuestra propia mente… pero no entiendo como después de tantas generaciones de distancia siguen conservando estos patrones…-
Teseo miro al cielo pensativo unos instantes para bajar la vista y mirar fijamente al monitor.
-¿no era esto lo que te faltaba para terminar la “Prometeo”?- pregunto tímidamente Teseo-
-Si… pero aun no puedo montarlo… no sin poder controlarla… - Contesto Doménech- Debo seguir trabajando en ella antes de que este operativa… recuerda lo que he dicho Teseo, las personas de Zion no quieren nada que venga de la tecnología de las Maquinas que les ha robado su mundo y encarcelado aquí, por ello todas nuestras naves son reliquias de los tiempos antiguos, pero sin hacerlo publico muchos mecánicos usamos los componentes que extraemos de los centinelas caídos en el día de la Liberación, pero “Prometeo” es el primer intento de construir una nave con lo mejor de las dos tecnologías… recuerda que debes guardar este secreto, recemos que no haya que utilizarla nunca -
Teseo asintió, había aprendió que Doménech no hacia nada sin haber sopesado todos los inconvenientes o peligros. Incluso el mismo comprendía que si la “Prometeo” se descontrolara seria un peligro para todos. Esa nave descansaba en un hangar secreto varios niveles bajo ellos, Doménech llevaba mas de cuarenta años, construyéndola pieza a pieza, tenia dos juegos de suspensores a los lados, las torretas de combate montaban varias ametralladoras de VT con carga automática dirigidas por los precisos censores de los centinelas, el blíndale, los censores y el sistema de vuelo eran de tecnología de las maquinas, incluso para controlarla, Doménech había adaptado un sistema de integración humana, solo un exiliado de Matrix podía manejarla. Pero para coordinar todos estos sistemas se requería un ordenador increíblemente potente… aquí entrababa en juego los núcleos neurales.
-Pero ahora dejemos este tema, ayúdame a reparar este suspensór, - Dijo el anciano acercándose a un característico y brillante anillo azul- creo que es el bobinado del inductor… inténtalo tu…- comento mientras le tendía las herramientas y se retiraba para dejar trabajar al muchacho, Doménech sabia perfectamente como arreglarlo, pero entonces perdería una oportunidad para enseñar al muchacho-
Un hombre se apresuraba hacia el centro de mando mientras intentaba alisar sus ropas. El requerimiento de su presencia ante Morfeo era algo poco habitual. Usualmente bastaban los informes que le eran enviados al término de cada misión y las reuniones de capitanes, pero intuía porque deseaba verle. Tras atravesar las pasarelas llego al edificio central. Desaceleró el paso para no parecer demasiado nervioso y entro en el centro de coordinación de misiones, lugar donde le había citado Morfeo. Este con el rostro ceñudo observaba diversas graficas en un monitor…
-Siéntate - dijo sin apartar la mirada de las graficas- Quiero que me cuentes que paso exactamente en vuestra ultima misión de rescate, acerca de la chica…- su informe descansaba abierto sobre la mesa-
-Venerable Morfeo- Comenzó el capitán, no olvidaba que Morfeo pertenecía desde hace años al Consejo de Zion- no puedo decirle mucho mas que lo pone en mi informe… tras instalar el programa aislante al joven que deseaba liberarse, un agente nos encontró, intentamos huir, pero nos arrinconaron en un callejón cercano… cuando lo dábamos todo por perdido se abrió una puerta tras nosotros, era la misma joven de piel oscura de las otras veces, con un gesto nos indico que entrásemos, señor, no teníamos otra elección, tras la puerta nos encontramos en un pasillo lleno de puertas, la chica sin decir palabra nos guió hacia otra puerta que nos llevo a un edificio a varias manzanas de allí, antes de poder interrogarla la joven desapareció-
-Comprendo…-contesto Morfeo mirándole directamente- ¿Seguro que no se presento como seguidora del Oráculo?
-No señor...-dijo el capitán mientras tragaba- no dijo palabra alguna-
-Vuelva a sus obligaciones- contesto Morfeo devolviendo la vista al monitor, con esa ya contaban ocho veces desde hace un año que la misteriosa chica había ayudado a sus hombres, usando siempre el sistema de las dobles puertas, pero Morfeo no comprendía quien era, solo los seguidores del oráculo podían usar este sistema, pero el oráculo llevaba diez años en silencio, no se había recibido ningún mensaje ni se había visto a Seraph. Morfeo aun dudaba que hubiera perdurado al incidente de hace diez años, cuando el código de Matrix fue actualizada y todos los conectados perdieran parte de su memoria, el mismo día que la guerra termino y que Neo y Trinity desaparecieran con la Logos. Morfeo estaba seguro de que fue obra suya… sin duda consiguieron llegar a la ciudad de las maquinas, pero que hicieron allí era un misterio que nadie parecía saber.
Lo único seguro es que los centinelas habían sido reprogramados, ahora parecían ignorar sus actividades, y el consejo había tenido la sabia decisión de no hacer nada que pudiese dar pie a una nuevo enfrentamiento. Los exiliados de Matrix seguían llegando regularmente, tras someterse a la debida adaptación cultural y rehabilitación eran destinados a puestos útiles en la ciudad.
Se levanto con presteza y contemplo la vista que se le ofrecía del nivel superior del muelle solo la Erakil se encontraba atracada, las demás naves recorrían los niveles superiores, ya sea conectados a Matrix, o buscando tecnología útil en las ruinas. Morfeo rezaba para que las maquinas mantuvieran la tregua. Zion tardaría aun muchos años en poder plantearse seriamente derrocar a las maquinas, los grandes daños seguían allí ante el, los centinelas dañados habían sido retirados hace mucho pero las gigantescas excavadotas seguían allí, había resultado imposible moverlas… pero resultaron ser una magnifica fuente de aleaciones para reparar la Hammer y reforzar las dos nuevas naves.
Aparto el tema de su mente y tomo la petición que le había entregado Kid, en ella pedía permiso para mostrar su nave al grupo de estudiantes de Theophilus. Suspirando garabateo su firma y deposito la orden en el cajón apropiado.