Si sólo pasa en los juegos, no hay bicho. O bien el sensor no se lleva bien con la superficie que usas, o algún joystick/ gamepad está interfiriendo con los controles (basta con desconectarlo y volverlo a conectar, y/o desactivar dicho control en el juego si no es imprescindible).
Si pasase en el escritorio, también se podría pensar que es cosa del BT en cualquiera de los dispositivos (transceptor o el propio ratón), alguna pelusa furtiva... pero si no es el caso, me remito a lo expuesto.
Ya nos contarás.