Este es el poema que más quiero de los pocos que he escrito, puesto que me resulta muy difícil. Está en verso libre, por cierto. No tiene título, aunque podría llamarlo: Murmullo en la maleza,
Murmullo en la maleza,
Cerca del lago azul compartido
Por el cielo celeste en un fin lineal.
Dos pájaros se miran, tres gatos lastiman
Y la suma forman cinco y
Dos océanos forman siete en donde
Neptuno, Dios latino, viejo, sabio y
Poderoso que calma las aguas
De una noche de tormenta y el
Ciclón del ciclo de las guerras destruye
Todo y lo es todo, porque ambos
Somos humanos: tú y yo
Y nos tomamos de la mano en forma de rezo
Y observamos por la ventana los niños muertos
De comer tanto, de comer el aire tan
Gratis como la vida, como el anillo de
Luis XVI, como el Shakespeare que escribió obras
De gran importancia que murió con Cervantes en otro país,
En otro calendario, como diferenciamos la primavera del verano,
El otoño, del invierno
Y juntamos los brazos y matamos y rezamos a un Cristo
Crucificado por los pecados del hombre, que peca más que la bestia, que el
Monstruo sarnoso que vemos en la esquina de la calle piadoso pero que nosotros,
Judas miramos el fin de la vida ajena y
Gritamos en la maleza.