Nadia

- Hola, mira esta es Nadia.
- Hola ¿qué tal? -dije incorporándome y mirando con intriga a mi amigo, ¿y esta quién es? Pensé.
- Nos conocimos anoche en la terraza -dijo mi amigo leyéndome el pensamiento- y esta mañana le he dicho que se viniese a la playa para conocer a los demás.
- Hola, Pancho me ha dicho que tenía que conoceros -dijo desplegando una enorme sonrisa.
- Bueno guapa, ya verás qué gente, es el grupo más majo con el que he estado, los demás se están bañando allí. -Dijo Pancho señalando al mar con su cabeza.

Vaya con el maricón de Pancho, conoce a unas chicas que quitan el hipo, por qué será que todos los gays que conozco tienen amigas de infarto. Esta me ha impresionado, cuando me ha dado los dos besos me ha... buff, vaya pedazo de tía.

Así es como la conocí ayer por la mañana. Simpática, espléndida, exuberante, una preciosa joya morena con dos enormes esmeraldas por ojos, piel morena y suave, muy suave, estuvimos toda la noche haciendo el moña bailando en la terraza del pub y vaya que si es suave.

Ya les veo allí, están entrando en la arena desde el paseo, vienen hacia aquí, a las toallas. Hace apenas unas horas que nos despedimos para dormir. Ya son las once de la mañana, estamos todos hechos polvo, todavía nos martillea la música de los garitos en los oídos. La nueva lleva un bikini amarillo bien apretadido y un pareo. Es mi turno.
- Poneos aquí, al lado de la radio, -dije- ¿un cigarrito Nadia?, toma, un Marlborito rico rico.
- Gracias, ¿dónde me pongo yo?.
- Pues ponte donde quieras. -Dije, sin imaginar que se pondría delante de mi, con su toalla frente a la mía, cabeza con cabeza, mirándonos a los ojos.
- Nadia vamos a bañarnos anda, -dijo Pancho- así nos despejamos, ¿os venís? -preguntó al resto.
- Yo paso de bañarme. -Dije

Estoy muy a gusto leyendo, fumándome el cigarrito, y dorándome la espalda. De relax. Cuando estoy de resaca no me apetece ni un cacho bañarme, además alguien tiene que vigilar las toallas.

Y así estuve cerca de una media hora más o menos, estaba en la gloria pero empezaba a echar en falta la conversación de mis amigos.

- ¡Sorpresa, ya estamos aquí!!, jaja -dijo Nadia viniendo por detrás de mi-, ¡mira que frío!.

¡Uf!, me aplasta, Nadia se ha tumbado a lo largo toda mojada sobre mi espalda caliente, ¡uf!, vaya subidón.
- ¡Eh!, tía que me estás empapando -le increpo bromeando y devolviéndole la sonrisa.
- Perdona, quería gastarte una broma.
- No importa mujer -dije guiñándola un ojo-, además ya necesitaba refrescarme un poco, si te lo agradezco. -Cierto como la vida misma, solo que al haber sentido su fresco pecho sobre mi espalda ha sido... ha sido... glorioso, he notado una inquietud entre mis piernas... no me arriesgo a mirarme hacia abajo, tendría que levantarme y llamaría la atención, esperaré un poco.

Mientras, Pancho y los demás se han ido tumbando boca abajo en las toallas, mirando hacia el centro del rectángulo que formábamos. Yo estaba en un extremo, Sandra a mi derecha, frente a ella Pancho, los demás se han ido colocando en parejas a lo largo... Y frente a mi se ha puesto Nadia, sobre su toalla, al lado de Pancho. Su bikini amarillo resalta su moreno como un negro desnudo sobre la nieve, ¿un negro en bolas sobre la nieve?, ¡¡se le va a enfriar el culo!!, -Je je, que bueno-. Ups, se me ha escapado la risa, Nadia me mira a los ojos y me pregunta sonriendo.

- ¿De qué te ríes?, ¿eh?, dime.
- Nada, estaba pensando lo que nos reímos anoche cuando bailamos en medio del pub, ahí... apretándonos y moviéndonos al ritmo de la música -dije bombeando mi pelvis sobre la toalla y sonriendo.
- ¡¡Ja ja ja!!
- ¿Te acuerdas cómo nos miraba la peña?, -Dije. vaya que si nos miraban, los tíos se avisaban a codazos cuando subía un poco el vestido a mi amiga.
- ¡Ya lo creo!, me estabas poniendo a cien... -me dice sorprendiéndome.
- ¿Un cigarro?. -Interrumpe Pancho.

Tio, eres un bocazas, ahora que íbamos a hablar de los roces nada inocentes de anoche, vas y me cortas el rollo. Soñando cómo podía haber seguido esta conversación, bajo la mirada e intento leer. Mis amigos están hablando de las olas, que si en Tarifa son mejores... que el agua aquí está muy limpia... rollos.

Levanto la vista hacia mi amiga, tiene la cabeza girada hacia la conversación, aprovecho para observarla. Tienen unos pendientes de perla y los hombros morenos, sin marcas de tirantes, ¿tomará el sol en tetas?, desde luego aquí no creo, parece bastante cortada, tampoco tiene marcas entre las tetas, mojadas aún. Veo cómo una gota de sudor, o agua, no se; resbala muy lentamente desde la gargantilla que lleva, noto cómo está empezando a surgir el sudor de los poros de su pecho, minúsculas gotas naciendo de su piel, como en cámara lenta.

No se cuanto llevo mirándola, no importa. La gota de su garganta se está acercando muy despacio al profundo canalillo, me estoy excitando; esto de abajo está inquieto, tranqui, tranqui, tranqui. Me vuelvo a concentrar en su gota... en mi gota, ahora está justo entre las dos perfectas montañas de su bikini, la gota parece un excursionista en un profundo valle, mirando al cielo, buscando cómo avanzar entre esos dos Teides que le arropan. Mira, sus pezones reaccionan, parece que mi gota les ha hecho cosquillas y ahora se muestran vigorosos, altivos, impertinentes, desafiándome. Si, desafiándome a mi, me apuntan con arrogancia.

- ¿Queee miras?.

Ups, coloque, su voz susurrando me deshipnotiza.

Levanto la vista, miro hacia arriba, garganta, cuello, barbilla... y descubro una vez más su sonrisa, brillante y pícara, me ha colocado de marrón y sus ojos ahora me observan con igual picardía y cierta malicia, con la misma arrogancia con la que antes lo hicieron sus duros pechos. Me ha colocado y se está riendo de mi, el rubor ha irrumpido sobre mi cara como si me hubieran subido al enorme escenario de un concierto y me hubieran quitado la ropa. Además, noto que me he puesto como una moto. ¡¡Estoy ardiendo!!. Tengo la entrepierna al rojo vivo, noto sus latidos bombeando sangre, tum-tum, tum-tum, tum-tum... parece el tambor de Manolo "El del bombo" tras un gol de la Selección. Podría morir por falta de riego en el cerebro, debo tener ahí toda la sangre.

- Anda ven, acompáñame a por un helado, que te vendrá bien, -me dice pícara mientras se levanta.
- Espera un poco, que termino esta página -si si la página, no sé cómo estaré por abajo.
- ¿Queréis algo del chiringuito que vamos a por un helado?, venga vamos, anda.

Alcanzo la mano que me ofrecía para levantarme, y ya de pie no me suelta, así que cogidos de la mano corremos hacia el chiringo, corremos porque la arena estaba ardiendo. Una disimulada miradita a la parte de arriba de su bikini, bom bom, bom bom, me recuerda los amortiguadores del anuncio de McMonroe en la tele, "…Aún con muchos baches se mantienen firmes...", y vaya que si se mantenían firmes sus pechos duros como rocas, prensados en el bikini, botando arriba y abajo, arribaa...
- ¿Te gustan?. -Ups, nuevo coloque, otra vez me ha pillado mirando las tetas.
- Si. -Y frenamos el paso sin soltarme la mano

Aquí bajo las palmeras no quema tanto la arena, así que vamos andando y mientras se ríe pícara me pregunta.

- ¿Quieres tocarlas?
- ... perdona, si te estaba mirando así, es que...
- No pasa nada, de verdad, no me molesta que me mires. Pero no me has contestado, ven vamos allí.

Tirando de mi mano me llevó rodeando la barra del bar hasta llegar al servicio, los acababan de limpiar y era una caseta nueva, y cuando Nadia abrió la puerta pudimos ver que también estaba impoluto por dentro y olía muy bien a flores, Nadia cerró la puerta tras nosotros.
Sin mediar palabra y con la puerta a su espalda pasó su mano por mi nuca haciéndome agachar hasta su boca, el contacto con la ternura de sus labios húmedos y receptivos fue de impresión, me daba vértigo. Su otra mano pasaba por mi cintura y me apretaba hasta su cuerpo. Notaba en su piel cómo surgía la humedad que había provocado la carrera ¿o no era la carrera lo que la hacía sudar?, ahora si podía sentir la dureza de sus pezones contra mi pecho, pensaba que podría llegar a arañarme. Sus labios me comían los mios. Un momento, pierdo los papeles, ¿no era yo quien quería ligármela?, es ella quien me está comiendo.
- mmmpfff...-se me escapó el aliento.

Nadia había bajado su mano desde mi cintura hasta mi entrepierna, notó mi calentón a la primera, era fácil. Mientras, yo deshice el nudo del top tras su nuca y lo bajé hasta su cintura, ahí estaban, dos inmensas rocas desnudas erguidas hacia mi. Olvidé sus labios y bajé lamiendo, aparté su melena y me detuve un poco en su cuello, mordisqueándolo y continué hasta su pecho, noté su respiración cómo se agitaba, y cómo mi amante presionaba su mano en mi sexo, seguí mi camino hasta los pezones donde desaté la locura de mi lengua, mientras, apreté con mi mano su pecho libre, masajeándola, sosteniéndolas, acariciando su volumen... -mmmmpffff, mmmmm-, se nos escapaban gemidos que intentábamos acallar, podrían oírnos desde la barra. Mientras ella seguía acariciándome llevé mi mano hasta su culo, la metí por dentro de su tanga y le apreté, duro, tieso como un balón de playa, deslizaba mi mano, notaba el hueco de sus nalgas. Yo me extasié un poco, la agitación de su mano en mi sexo estaba llevándome muy lejos... me iba, dejé libre su culo y sin dejar de lamer sus tetas ni soltar mi mano de una de ellas, me concentré en sus labios verticales, deslicé la mano entre su piel y su bañador, sentí el ligero roce del vello recién depilado, y seguí, ahí estaban sus labios, enormes, ardiendo, empapados. Pasé mis dedos por su ardiente hueco donde noté su erguido botón, al rozarlo noté el escalofrío de mi amada, una pequeña sacudida de bienvenida, era mía. Teníamos las dos manos en cada sexo y no parábamos, intentábamos callar nuestros gemidos, sudábamos y nos agitábamos, nos convulsionábamos... estábamos llegando a la vez... lo sabía, casi llorábamos del puro goce, Nadia me tiraba del pelo de la nuca mientras yo relamía su pecho.... Se iba a pirar, y yo también... un poco más. Sin palabras, absoluta coordinación.... -Mmmpffff... aaaaaaaahhhhh... -. No lo evitamos, de nuestros labios escaparon dos gemidos como si expirase un torturado.

¡¡POM, POM, POM!!. Alguien golpeaba la puerta.
- UN MOMENTO -Grité-. Mierda, quieren entrar.

Miré a mi amada y nos reimos, nos arreglábamos los bañadores sin dejar de mirarnos y sin dejar de sonreir.

- Luego seguimos, esta noche no salimos con los demás -me dijo, sentenciando con un beso-, ¿abro ya?.
- Venga.

Abrió la puerta, y ahí estaba, una mujer gordota con su hija adolescente de la mano, abriendo los ojos como platos mientras nos veía salir. Sus desorbitados ojos descubrían su sorpresa.
- Está roto el pestillo -dijo Nadia excusándose-, tendrán que entrar las dos y sujetar la puerta por dentro.
- Ay, muchas gracias guapa, ¿hace calor ahí dentro verdad?.
- Ni se lo imagina señora, ¿verdad? -me preguntó-.
- Si... y humedad. -Dije mientras levantaba hacia su vista los dedos que habían frotado sus labios... estallamos de risa ante la sorpresa de la mujer mientras empezábamos a andar.

Y así, volviéndonos hacia las toallas abandonamos aquel chiringo y a la mujer con su hija. Sin sorpresas. A nadie le extraña que salgan del baño a la vez, dos amigas.
Muy bueno, final sorprendente e inesperado, te has lucido [oki]



Me kedado :O la leer el final, y luego me reido de mi mismo, soy tio y claro..... supongo q es lo q buscabas mas o menos
magnifico, la verdad que has llevado muy bien lo de esconder el sexo del protagonista, aunque yo me lo olia.. [he escrito un par de relatos yuri]

magnifico relato con una buena esctructura y una narracion fluida y agradable de leer...

P.D la primera vez que leo "Pirarse" como seudonimo de orgasmo,...
Aunque vi hace tiempo que lo pusiste, hasta hoy no he podido contestar.

¿Ves como no hay corte que valga al poner un texto así? (pero yo no lo hago [looco])

Tu relato no está nada mal. El final es sorpresivo, has dado un toque humorístico que rebaja el tono de la historia (menos mal) con los "inocentes" comentarios de Nadia y hay una parte que me gusta especialmente: la descripción de la gota de sudor cayendo [babas]

Saludos.
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