philips escribió:Si, la gente me llama tonto. Cuando el río suena agua lleva. Y muchos piensan de mi como "aquel tonto". ¿Se puede ser tonto de ser tan bueno? Porque creo que ese es mi problema.
Últimamente me he abierto mucho a la gente, demostrando cómo soy. Soy un chico alegre, simpático, con buen sentido del humor como dotes. Pero soy bueno. Y no de esos hipócritas que dicen de ser buenos y ser las víctimas de la sociedad.
Porque yo me cago en la madre que parió al mundo, y es que no se si no soy como los demás en el sentido de que yo no miro por mi bien, sino que miro por el bien de todos. Es una cualidad mía. Y no de decir: Venga, no a la desertización o darle 1 euro al mendigo que está pidiendo a la salida del supermercado. Lo mío es de ofrecer algo sin esperar nada a cambio, y no pienso en que el día de mañana me serán ofrecidos otros objetos/servicios/congratulaciones.
El que no es hipócrita es un farsante, y el que no es farsante es un aprovechado. La conclusión es que son egoístas. Pero yo no soy egoista porque no va con mi personalidad, ello no me hace sentir más feliz (que es otra forma de egoísmo). Pero joder, que no encuentro a gente que realmente merezca la pena.
Ahora ya sabeis por qué soy un tonto, simplemente porque no soy como los demás.
Vale ahora la segunda parte: me estoy arrepintiendo mucho de haberme abierto a la gente e intentar conocer a muchos, ya que he hecho amigos, pero ahora lo pienso mejor y digo: si hace 3 meses era la persona más feliz del mundo...
Si te sirve de consuelo no eres el único. Cuando pienso que he espabilado lo suficiente como para saber a quién abrirme y a quién no... ¡toma palo!
De hecho hace nada estuve por mandarlo todo bien lejos, pero recapacité. Es inevitable que a veces nos llevemos decepciones. ¿Pero seguro que no te trae nada bueno ser como eres? Yo si me paro a pensar, me compensa los palos que me haya podido llevar a cambio de la gente maravillosa que he conocido.
Si en tu caso no es así, significa que quizás tienes que aprender a controlar con quién te entregas y no sobrepasar la raya que separa una buena persona de una persona de la que aprovecharse. A veces hay que ser un poco más egoístas. Pero no en un sentido negativo, sino desde uno positivo, donde elijamos a quién metemos en nuestra vida y hasta qué punto. Hay que hacerse a la idea de que no todos son como tú, hay gente que no va a dudar en aprovecharse de tu bondad para su beneficio y luego te dejará tirado. Ya irás aprendiendo a calarlos y a ser más selectivo.
En serio, yo me he llevado un par de palos grandísimos recientemente, pero cerrarse al mundo no es la solución. A veces, incluso cuando piensas que has encontrado a una persona que merece la pena, te das de bruces con la realidad. Pero creo que un pequeño porcentaje de veces que nos sale mal no es nada comparado con el porcentaje de gente estupenda con la que puedes entablar una bonita amistad.
Así que por mi parte, yo te animo a seguir siendo como eres. Hay que ir con cuidado, vigilar en quién confías y hasta qué punto y no dejar que se aprovechen de ti. Puede que pasar del mundo y ser egoísta sea más sencillo... pero la sensación de tener buenos amigos y ver que el abrirte a ellos ha dado sus frutos, es impagable. Te lo dice alguien que está pasando por un momento bastante malo de su vida, y que está agradeciendo mucho el contar con gente que te apoye incondicionalmente.