Por curiosidad, ¿De donde eres?
Necesitas un empujón, pero no que alguien te lo de, sino dártelo tú mismo. Es bastante difícil en ocasiones el realizarlo uno mismo, solo, que salga de ti porque sí, pero si lo quieres debes esforzarte. Por lo que dices tienes dos grandes problemas, el primero ser sociable. Eso sólo lo ganarás trabajándolo.
Te aconsejo que hagas cosas que te obliguen a relacionarte, y estudiar es un buen paso porque te rodeas de gente, intenta hablar con esa gente, meterte en las conversaciones sin miedo, dar tu opinión sobre distintos temas. Sé que es fácil decir y muchas veces tu mismo pensarás "pero qué voy a contarle a estos si les importará una mierda", y posiblemente sea así, pero da lo mismo, es una conversación sin más, y a raíz de ahí puede ir saliendo cosas. Quizás también sea autoestima, no lo sé. Y si es timidez porque son grupos grandes de amiguetes... siempre puedes buscar a aquel que esté más solitario. Y repito, sé que decirlo es muy fácil... yo era alguien jodidamente tímido, que sólo era capaz de hablar con gente que ya conocía, pero me esforzaba una y otra vez con gente que no conozco de nada y bueno, ya al menos esa timidez desapareció, aunque tampoco soy el tío más elocuente del mundo.
Sobre lo otro, el "vivir la vida", es muy sencillo. En casa con el PC, tus libros, o lo que sea, no lo conseguirás. Una vez más seguramente estés solo en este tema por lo que dices, pero hay muchas cosas que hacer solo, y otras tantas que sea con gente. Puedes hacer deporte tu solo, correr, pasear, realizar actividades que te atraigan, dedicarte a la fotografía, etc. cualquier cosa, y si quieres con gente más de lo mismo, hay gente que se reune para senderismo, club de lectura, lo que sea.
Realmente es complejo de explicar y al mismo tiempo fácil de decir...
Te pondré un ejemplo muy sencillo y personal. Vale que no sea la misma situación, y que tuviera otras vías, pero hasta no hace mucho mi vida se basaba en trabajar, y pasar el resto del día en casa metido en el PC porque no sabía que hacer, y realmente me amargaba. Llegó un punto en el que ese amargamiento de cada día me podía y sin más dije: hasta aquí hemos llegado. Comencé a quedar con todo el que pillaba, compañeros de trabajo, amigos que hacía meses y meses que no veía... y todos aceptaron, no ponían excusas ni les parecía raro quedar con alguien que nunca lo habían hecho o que simplemente hacía muchísimo que no veían. Y cuando no tenía con quien quedar o qué hacer, cogía y salía hacer deporte sin más. Todo lo que sea por no estar en casa enchufado. Y aún hay cosas que quiero cambiar de mi vida, pero es ponerse.