hizant escribió:La obligacion de un padre no solo consiste en ponerte de comer, pero la obligacion de un hijo tampoco se basa en desobedecer, sino de aprender los valores de los que esta rodeado y contrastarlos y en caso de que le resulten positivos tomarlos suyos y formarse como persona. No vivir del bote y excusarse con que "esta en la edad"
Muy de acuerdo con esto.
Puedo entender que en ocasiones nos reviente que los padres nos impongan ciertas cosas con el famoso argumento "porque sí", "porque soy tu padre y mientras vivas en esta casa harás lo que yo diga", o el más directo y grosero "porque me sale de los huevos".
Pero lo que no puede hacer uno es desobedecer a los padres de la manera planteada ya por este hilo, ya que con ello sólo conseguiríamos un malestar innecesario. Que los padres ya tienen su vida y no es plan de que se la amarguemos nosotros aún más.
Hay que saber hablar con los padres, mostrar hechos y que no queden las cosas en sólo palabras, razonar, argumentar, etc; y así se consiguen resultados poco a poco (hay que ser pacientes)
Por ejemplo, mi padre siempre ha sido muy liberal. Me ha dejado salir siempre que he querido, y he podido hacer lo que he querido porque él mismo me ha dicho que soy libre de probar lo que quiera siempre y cuando no abuse. Pues ahí tengo toda esa libertad del mundo y nunca abusé de ella. Y es que muchas veces las mismas prohibiciones nos hacen caer en ciertos vicios.
Sin embargo, en este verano, con esto de que las calles estaban más tranquilas, y hacía fresquito a eso de las 2-3 de la mañana, me gustaba llegar a mi casa a eso de las 3. Pero mi padre decía que entre los días de semana tenía que llegar a las 12 y media. ¿Por qué? Muy sencillo: mis padres se levantan para trabajar a eso de las 6.30 y dicen que cuando estoy en la calle no pueden descansar tranquilos, etc. No voy a negar que en un principio me molestó. Pero hablando con mi padre, viendo su incapacidad de descansar mientras estaba ausente, comprendí su situación y respeté su decisión.
Para contrarrestar, tenía toda una mañana cada día de la semana, y los días que mis padres no trabajasen al día siguiente, podía llegar a la hora que quisiera, siempre y cuando estableciera un límite antes de salir.
En resumen, que no nos tenemos que enfadar tanto con los padres, que hablando nos entendemos, haced que confíen en vosotros, y ya irá la cosa a mejor.
Y para los que dicen que en tales situaciones es mejor irse de casa, pienso que el independizarse implica una serie de esfuerzos que no sé si realmente merecen la pena (siempre y cuando no haya otros motivos de peso por los cuales uno tenga que dejar su casa, que creo que los hay, y mucho más graves)
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