No title. De verdad, no sé cómo titular esto ^,^

- Tiene una llamada.

Levantó la vista para encontrarse con Samuel. Era un buen chico.

- ¿Quien es?

- Dios.

- Oh. Está bien, lo cogeré. Puedes irte, Samuel.

Esperó a que Samuel cerrase la pesada puerta que los separaba. Siempre se preguntaba cómo era capaz de abrirla en el más absoluto silencio. Levantó el auricular.

- ¿Sí?

- Tiene una llamada a cobro revertido de Dios. ¿La acepta?

- Sí, sí.

Un sonido seco dió paso a una voz familiar.

- ¡Hola, hola!

- Hola, hola. -respondió sin ninguna clase de entusiasmo, ni siquiera fingido.- ¿Qué quieres?

- Oh, bueno, yo...

- No tengo demasiado tiempo. -le interrumpió.- Ni dinero, si es que eso te importa. Esta llamada también la pago yo.

- Sí, claro. Lo siento. Ya me conoces, eso de ir al grano no me va mucho... supongo que, como la gente no su...

- ¡Dios!

- Lo siento.

- Ya.

- Bueno, es que... las cosas no están todo lo bien que deberían, ¿sabes?

- Algo he oido. ¿Y?

- Bueno, me gustaría... no sé, supongo que... pedirte consejo.

- ¿Pedirme consejo sobre QUÉ?

- Sí, esa es la pregunta. Tu capacidad de síntesis me maravilla.

No sabía si era alguna clase de intento de humor. Sea como fuere, la conversación comenzaba a alargarse demasiado.

- ...

- ...

- ...

- ...

- Bueno ¿qué?

- Qué. Una curiosa palabra. Recuerdo una hist...

Colgó.
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